30 ene 2010

WN: 30 y 18 - Cap86


Capítulo 86
"A la antigua"
 
Como princesa del viejo cuento, Anny llego antes de que el reloj diera las doce, la velada había sido casi perfecta… Alfonso se mostró tal y como era al contarle todos aquellos problemas que tenia en el trabajo, o tal vez todos los sueños que aun guardaba y estaba dispuesto a cumplir, ahora mas que nunca al recibir el apoyo moral de la pequeña mujer, al llegar a la habitación de Anny se encontraron con que esta, estaba vacía, un poco preocupada al creer que Poncho nuevamente explotaría contra aquella relación que mantenían su mejor amigo y su hermana, volteo lentamente. 

-Poncho… ¿Estas bien? – Pregunto con calma. 

-Si, creo que tengo que hacerme a la idea – sonrió sin humor – Dul ya no es la niña que debo cuidar – dio un pequeño vistazo por la habitación – y además, prefiero que este con Ucker, al menos a él lo conozco bien – rió por lo bajo. 

-Me alegro que te lo tomes así – desarreglo un poco el aun traje impecable que llevaba puesto el hombre - ¿Quieres… quieres quedarte? – pregunto tímidamente en su intento porque aquella adorable velada no terminara tan rápido, también estaba aquel lado que también deseaba dejarlo ir, que el no malinterpretara su ansia de que él la abrazara y hablaran las largas horas de la noche. 

-No Anny – le dio un corto pero intenso beso en su frente – Yo voy a Amarte a la antigua – murmuro antes de salir de aquella habitación dejándola un poco confundida. 

-¿Amarme a la antigua? – Fue la última pregunta que soltó al aire la mujer antes de caer en los brazos de Morfeo. Entre sueños que disfrazaban los anhelos de la parte inconsciente pero existente del interior de ambos, fue pasando aquella noche, antes de que ella lo pensara… aquel insistente teléfono no dejaba de sonar. 

-“Bueno” – Contesto aun un poco dormida. 

-Anny – respondió la voz de hombre al otro lado del teléfono - ¿Estas despierta? – Pregunto inocente. 

-¿Te estoy hablando? – Devolvió la pregunta. 

-Si – Respondió confundido. 

-Entonces, si… estoy despierta – se burlo de él aun con sus ojos cerrados, rogando porque este colgara y la dejara seguir durmiendo, aunque algo en ella se sentía feliz por despertar con su voz. 

-Buenos días – Decidido a volver a comenzar, pronuncio aquellas dos palabras - ¿Cómo amaneciste? 

-Pensando en ti – Fue sincera al contestar, Poncho rio un tímidamente. 

-Yo también – Continuo ahora él – Por eso, te tengo una sorpresa… - Dijo emocionado… 

-¿De que se trata? – Quiso saber, un escueto “No” freno la esperanza que tenia porque Poncho le contara – Dime – le pidió. 

-Te espero en 15 minutos en la terraza del Hotel – se rio al recibir otra replica por la mujer la cual no quería aceptar aquel No por respuesta – Te espero mi niña – murmuro al final con cariño, Anny respiro unos segundos mas antes de captar que Poncho ya había colgado, solo algunos mas le bastaron para saber que debía levantarse y comenzar a arreglarse, antes de entrar al baño miro hacia la cama contigua y la vio vacía, cosa que supo no debería contarle a Poncho. 

-¿Qué es esto? – Pregunto al agacharse en el marco de la puerta cuando ya se disponía a salir – Es para mi – Continuo emocionada al reconocer la letra de Poncho en su nombre… - Que rico – comento para si al oler aquella orquídea morada que estaba al lado de la pequeña nota – “Anny, comencemos con este amor a la antigua” – Se rio tímidamente al leer aquella simple frase, definitivamente estaba loco, pero amaba que le mostrara aquel lado cursi que tenia en su interior. 

-Poncho, Donde estas – Grito Anny al llegar a la gran terraza del Hotel, era enorme, dándole ese toque mas real de arca que tenia el Hotel “Por acá” – escucho Anny luego de algunos segundos, siguiendo aquel camino de pequeñas piedritas que marcaba por donde ir, esta llego al lado de Poncho - ¿Qué es todo esto? – Quiso saber cuando por fin estaba a su lado, miro hacia atrás el camino de piedras que había recorrido, las materas que en una posición estratégica formaban un circulo perfecto encerrando aquella pequeña mesa que cargaba de todo tipo de comida para el desayuno. 

-Todo – alargo sus brazos para poder enfatizar lo que decía – lo hice para ti – se acerco a ella para besar su mejilla – Buenos días, otra vez – continuo con una sonrisa traviesa en sus labios, Anny un poco confundida con lo que ocurría le devolvía la sonrisa al tiempo en que se sentaba en una de las dos sillas junto a la mesa. 

-¿Qué pasa? – Lo interrogo mientras Poncho le servía en una copa un poco de zumo de naranja. 

-¿Qué, no te gusta la naranja? – movió la jarra donde estaba el jugo mientras reía por la expresión de Anny – Déjame servirte, se que estarás confundida pero te explicare en un momento – le aseguro mientras continuaba sirviendo aquel suculento desayuno – Se que te gusta el cereal, pero hoy comerás fruta antes de probar tu plato con cereal – le continuo diciendo mientras se sentaba frente a ella, Anny asintió mientras picaba una de las frutas picadas que estaban en su plato. 

-Se ve todo muy rico – Le aseguro sinceramente – Pero, aun no entiendo… - Se rio al ver el gesto “Lo sabia” en la cara de Poncho – Ya dime, ¿Si? – le pidió. 

-Sabes que soñaba yo de pequeño – Inicio Poncho a modo de pregunta, Anny negó con un movimiento de cabeza, este sonrió como si estuviera recordando – con una relación como la de mis padres, ese amor que al solo verlo lo envidias ¿Me entiendes? – Quiso saber – o de pronto me estoy viendo muy Gay – comento con Humor. 

-No, no para nada… - tomo una de las mano de Poncho – es diferente, pero gratificante escuchar a un hombre hablando tan abiertamente de sus sentimientos… de lo que soñaba – Poncho asintió. 

-Gracias… - asintió levemente – anoche me di cuenta, que estaba haciendo todo mal y que la mejor forma de conquistarte y hacer que tu también caigas perdidamente enamorada de mi. 

-Ya te dije Poncho, soy difícil – lo interrumpió nerviosa. 

-Si, pero tengo una táctica – le devolvió la caricia que ella le propinaba en la palma de su mano – y es Amarte a la antigua. 

-¿Amarme a la antigua? – Esta vez le pregunto a él y no al vacío como la noche anterior. 

-Si, como antes – viro sus ojos – con cartas, con flores y esos pequeños detalles que ahora cualquiera se avergonzaría de hacerlos. 

-¿En… en serio? – Pregunto un poco anonadada por lo que escuchaba por parte de él, Poncho asintió feliz por la reacción de Anny – Tan lindo – grito con lagrimas en los ojos al sentirse especial. 

-Anny, te quiero – decidió ser el primero en decirlo, aquellas dos palabras le habían costado mas que cualquier cosa y no, por no sentirlas si no por admitir que lo que sentía era mas que gusto y cada vez se acercaba mas al amor… temblando espero la contestación. 

-Y, yo a ti también – al final no resulto tan difícil contestar aquello, era lo que sentía, realmente las ganas que sentía cada día al verlo, la ilusión por escuchar cada palabra de él y lo tonta que algunas veces se comportaba frente a él, no podía tener otra explicación que el quererlo, tal vez aquellas dos palabras ya eran poca cosa para lo que sentía, pero a ese punto era bueno decirlo. Vio como Poncho se inclino hacia a ella, fue consciente en como su respiración se acelero haciendo notable el nerviosismo que sentía luego de haber casi declarado lo que sentía, cerro sus ojos en ese intento por capturar el momento… -¿Qué… que paso? – Pregunto confundida luego de algunos segundos y recibir aquel prometedor beso en su mejilla en lugar de sus labios. 

-Un amor a la antigua no se besa… - sonrió un poco burlón a la vez que controlaba sus propios deseos de comerse esa perfecta boca – sin ser novios… ¿Quieres ser mi novia?

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