Capitulo 11
"Se Secaron"
Tenerla entre sus brazos, sentir su respiración y aquellos suaves movimientos que ejecutaba en la noche mientras dormía, siempre había sido lo que mas le gustaba hacer a Poncho al quedarse despierto junto a ella toda la noche, pero aquella, donde sabia que todo terminaba, cada respiración, movimiento o balbuceó era causante de lagrimas silenciosas que llenaban sus mejillas, la apretaba aun mas fuerte cuando creía que los minutos juntos ya eran escasos y, aunque quiso al final el sueño lo venció.
Estiro su brazo donde había dejado a Anny horas atrás, podía jurar que solo durmió un par de horas, pero aun asi ella ya no estaba, un poco adormilado se levanto de la cama dispuesto a encontrarla, esperanzado recorrió el pasillo, pensando que Anny estaría en la cocina, preparando el desayuno, con aquella misma esperanza se devolvió por el mismo lugar revisando las demás habitaciones… ella no estaba y, su ausencia dolio.
Abrumado como estaba se sentó de nueva cuenta en la cama de Anny, frente al espejo en el cual estaba pegada una pequeña nota, de aquellas que le hacia Anny siempre, repitiéndole cuanto lo amaba…
“Alfonso… no pude esperarte, verte al despertarme fue como enterrar mas este dolor que siento en mi corazón, me fui… discúlpame por no darte la cara pero, no estoy lista…
Anahi”
***
Tomar el coche de Dul prestado sin avisarle fue la mas rápida decisión que tomo Anny en su intento por salir de su departamento, despertar y sentir el calor del cuerpo de Poncho a su lado fue esa pastillita que necesitaba tomar para estar menos enojada, para amarlo mas… pero, también para saber que debía alejarse de él para poder olvidarlo… “Hazte valorar y si alguien te traiciona… déjalo” – le dijo firme Pedro años atrás, aun cuando no eran novios y solo un par de amigos que se iban conociendo, ella asintió aquella vez, embobada por tener a un hombre mayor a su lado y sobre todo por creer en sus palabras, por aquella sinceridad que, su mirada aun un poco perdida, le expresaba. -Hola – La saludo Chris al abrir la puerta de su casa, este bajo la mirada un poco apenado al notar el estado de Anny, se aparto rápidamente casi huyendo de aquella pequeña mujer, detrás de él llego Mai, ella con su panza enorme y sus ojos, con aquel brillo materno abrió sus brazos para cuidarla allí por un buen rato, Anny no lloro, aquellas lagrimas que esperaba que salieran por sus ojos y resbalaran hasta sus labios, nunca salieron…
-¿Cómo estas? – La interrogo lentamente mientras sobaba el pelo recogido de Anny, este se separo un poco del cuerpo de la embarazada mujer para luego suspirar pesadamente.
-Bien… - Comento sin mayor convicción.
-Anny – le pidió la mujer… - las cosas no fueron como tu crees – trato de conciliar por Poncho, Anny la miro sorprendida, luego sonrió al recordar la costumbre que tenia aquella mujer, siempre defendía a Poncho, era su mejor amigo… - el cayo en las bromas de sus amigotes – movió sus brazos histérica mientras torcía su boca al recordar lo que Chris le había comentado la noche anterior mientras ambos iban entrando a su casa.
-No lo excuses por favor… - le rogo Anny sin aliento…
-No trato de excusarlo Anny – suspiro – es verdad… ellos son – se cruzo de brazos…
-Mai, entiéndelo… ellos serán bromistas, podrán molestar todo lo que tu quieras… pero – se tomo sus manos con fuerza, mientras recordaba la forma en que aquella mujer cruzaba sus brazos por el cuello de Poncho y… movió su cabeza fuertemente, de un lado a otro en su intento por borrar aquella imagen de su cabeza. - ¿Por qué con ella? – pregunto, mas para ella que para Mai, cambiando prácticamente el hilo de la conversación.
-Anny – trato de comenzar de nuevo Mai, esta negó con la cabeza impidiendo que ella continuara con las mil y un excusas que sabia tendría para defender a su amigo.
-No Mai, no hay justificación… si por solo unas bromas la besa, entonces ¿Qué va a necesitar para ir a acostarse con ella? – grito con furia, retando a su amiga a que se atreviera a responder aquello, Mai abrió desmesuradamente los ojos sorprendida por la reacción de Anny, para luego bajar la mirada mientras asentía, debía darle la razón…
-Tienes razón – susurro – Entonces… ¿Qué vas hacer? – quiso saber, la tristeza impresa en las reacciones de Anny, marco sorpresa en Chris, el cual observa el cuadro un poco escondido, Anny era la que junto con Dul habían alegrado sus reuniones y se unían a sus bromas… se notaba que estaba mal, se odio por no haber frenado a Poncho.
-Terminamos… ***
“Terminamos” lo decía por segunda vez en voz alta aquel día, ahora frente a Dul, con un bote de helado entre sus piernas que esta había traído, comenzó a contarle las cosas.
-Lo siento Anny… yo – bajo la mirada realmente apenada, sin creerlo se sentía culpable por lo hecho, por… bueno, por ser hermana de él, de esa persona que hacia sufrir a su amiga, por haber creído que seria ella la que lo haría sufrir… pero, es que el se veía tan enamorado que nunca ella creyó que haría algo asi.
-No seas tonta Dulce… - le espeto Anny mientras metía otra gran cucharada de helado a su boca, lo saboreaba y luego trataba de sonreír, aquella sonrisa estúpida y fingida que sus labios mostraban desde aquella mañana – tu no tienes nada que ver entre Poncho y yo…
-No puedo evitar sentirme…
-¿Culpable? – se adelanto a preguntar, sorprendida por ser ella la que consolora a su amiga en vez de estar recibiendo consuelo por parte de ella…
-Si, bueno… es mi hermano.
-Dul mira… tu, no nos presentaste, no me dijiste háblale… tampoco me incitaste a salir con él y menos a enamorarme de él… - sentencio seria – es mas… hace 8 meses tu me decías que lo pensaras bien, me estabas cuidando, asi que listo… relájate, toma tu cuchara come helado conmigo y déjame pasar este dolor en el pecho – lo señalo con humor mientras llenaba su cuchara de helado, Dul la miro confundida mientras tomaba la muñeca de Anny impidiendo que esta se sirviera mas…
-¿Por qué no estas llorando? – Pregunto asombrada al notar el rojizo de sus ojos de ella pero la escasez de lágrimas.
-Parece ser que ya se me secaron… - sonrió – Dul, las cosas anoche fueron un poco extrañas la verdad, Poncho y yo terminamos si, pero… las cosas están bien, no te digo que en unos días volveremos porque realmente lo dudo, no quiero y no podría confiar en él nuevamente… - bajo lo mirada – al menos, no tan rápido…
-Te entiendo – le aseguro mientras apretaba un poco mas su muñeca en una clara muestra por transmitirle todo su apoyo ambas sonrieron por un largo minuto, donde ninguna de las dos creyó en la sonrisa de Anny…
-Tengo que contestar – le indico Anny cuando su celular comenzó a sonar, esta se levanto rápidamente mientras tomaba el celular y se dirigía a su habitación, era la primera vez que entraba desde aquella mañana donde había salido casi corriendo de allí, por absurdo que pareciera se apoyo en la puerta antes de entrar, tomando aire… tomando fuerza para afrontarse a aquello, a la seguridad que tenia de que aquellas cuatro paredes aun estarían impregnadas de aquel olor… de su olor.
“Bueno” – murmuro despacio y precavida al ver la pantalla “Numero privado”.
“Wera, soy yo… Pedro…”
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