3 dic 2009

WN: 30 y 18 - Cap5

Capitulo 5
"Tengo 30, Tengo 18"

Al regresar era completamente diferente a la mujer que había salido por aquella puerta, ahora con unos pantalones cortos, una blusa blanca pegada y su larga cabellera recogida le daban un toque inocente y jovial.

- Cierra la boca Alfonso

- No la tenia abierta – respondió de repente.

- Lo se no te preocupes, entonces – agarro una brocha, la unto de pintura - ¿Comenzamos?

- Claro hagámosle.

El hizo lo mismo que Anahí había hecho y juntos comenzaron a pintar, era un poco extraño ambos imaginaron algo diferente de pronto un poco mas de trabajo que los distrajera por completo de la persona que tenían al lado o de pronto un poco mas de conversación entre ambos, pero ¡YA HABÍA PASADO 1 HORA Y NINGUNO DECÍA ALGO!

- Tienes muchos libros – Anahí le comento cuando Alfonso volvió con un poco de gaseosa para ambos.

- Si, un poco

- ¿Un poco? Jajaja no seas modesto – le sonrió – realmente no te va – le saco la lengua, Alfonso no pudo evitar reír por aquella espontánea reacción de ella - ¿Puedo verlos?

- Claro, adelante así esperaremos mientras se seca y darle la otra pasada – ella solo asintió.

- Increíble tienes una amplia colección de novelas – dijo después de un rato de estar observando.

- Así es, si quieres que te preste alguno solo dime, ya me las he leído todas – yo también, respondió Anahí restándole importancia.

- ¿En serio? – Pregunto asombrado.

- Si, ¿Por qué te aterras tanto?

- No se, es que son bastantes.

- ¿Y? tú también te las has leído.

- Bueno si, a mi me encanta leer.

- ¿Qué te hace pensar que a mi no? – no se, de pronto estoy juzgando a la gente joven, pero por lo general no les gusta leer exceptuando mi hermana que lee mas que otra cosa, pero esto es por la carrera que comenzara.

- Por lo que veo tendrás dos excepciones a mi me fascina leer, no se es como eso de un mundo nuevo donde muchas veces te puedes refugiar o aquel lugar donde algunas veces es bueno aprender y además puedes hacerlo, ¿Acaso me crees muy joven? ¡¡¡No tengo 15!!! – Dijo al recordar cuando tenía 15 y muchas de sus amigas odiaban leer, bueno aunque aun lo hacían.

- Realmente no se, algunas veces pareces mayor y otras tan niña que tengo esa duda ¿Qué edad tienes? – Anahí de repente se acerco a el y con un dedo de ella presionando el pecho de él, le respondió.

- No sabes que es de mala educación preguntarle la edad a una mujer.

El se quedo en silencio un momento, tratando de respirar un poco, solo un momento “¿Desde cuando una mujer me afecta tanto?” – se repetía una y otra vez, hasta que el sonido del teléfono de la casa los interrumpió.

- Tengo, tengo que contestar – Dijo al momento que acrecentaba la distancia entre ellos.

- Bueno.

- Poncho, por fin me contestas – Dijo otra vez Ucker.

- Ucker, acabamos de hablar ¿Para que me necesitas?

- Uyy, pero que genio te cargas eh – Dijo un poco a la defensiva.

- No, no es eso, discúlpame solo que me aterra que me estés llamando nuevamente.

- Si no me hubieras colgado de esa manera hace unas horas, tal vez no lo estaría haciendo ¿Sabes? – No estaba enojado, pero su tono lo parecía.

- Es verdad ¿Qué paso?

- Te quería recordar que hoy es la inauguración del Hotel “Eco” y debemos de estar ambos, porque nuestras familias también estarán, te acordabas ¿Verdad? – NO, CLARO QUE NO – algo en la mente de Poncho gritaba, aun así.

- Si, obvio es a las 8 ¿verdad?

- Es a las 9:00 Alfonso, no te voy a durar toda la vida, así que por favor acuérdate de las cosas.

- Si señor no se me preocupe – Su tono era de burla – Ahí estaré.

- Y lleva a la mujer que me contesto esta mañana, no sabes realmente como deseo conocerla – Aquel tono puso prevenido a Alfonso, el conocía muy bien a su amigo era un conquistador profesional, igual que él.

- Ucker – Chao, chao – fue la única respuesta que recibió Alfonso por parte de su amigo.

El respiro un poco antes de volver a ver a Anahí, no es que antes hubieran estado a punto de algo, pero el estaba tan nervioso que sus movimientos y reacciones eran torpes, aun así al estar según frente a ella, esta le daba la espalda ensimismada en uno de sus libros.

- ¿Qué tanto ves? – le pregunto a espaldas de ella.

-  Perdóname – volvió a colocar el libro de donde lo había tomado – pero es mi escritora favorita.

- ¿Quien? – Tomo el libro - ¿Diana Palmer? – Ella asintió  - es muy buena, tengo todas las novelas que ha publicado.

- Eso vi, es irremediable para mi ver un libro de ella y no tomarlo.
- Pronto sacara otra novela, ¿Sabias?

- Si, habrá primero un estreno para escritores y gente famosa o allegada a ella y luego, un mes después para nosotros los mortales – Dijo con un deje de tristeza, realmente amaba esa escritora y pese a que sabia que ya alguien lo habría pirateado y lo podría encontrar en Internet, ella nunca le haría algo asi a ella, aun sin conocerla.

- Que bien informada, me sorprendes.

- Te dije que me gusta.

- Hablando de eso, estábamos en lo de tu edad ¿Me vas a contar? – se atrevió a preguntar.

- ¿Cuántos años crees que tengo? – le impuso a el, el reto de adivinar.

- 24 – lo dijo en un susurro cargado de sentimientos y contradicciones, no sabia que edad ponerle, pero algo en el deseaba que tuviera mas de lo que el había dicho.

- No y ¿Tu?

- Entonces, ¿Cuántos tienes?

- Respóndeme.

- ¿Cuántos crees que tengo? – le repitió su reto de adivinar la edad.

- 35 – le coloco el primer numero que se le vino a la mente, así lo veía ella, serio, erguido, con un hablar fluido y prejuicios de viejos al pensar que la gente joven como ella, no leía.

- ¿Tantos? – se escandalizo.

- Yo no me puse así por la edad que me colocaste – sus brazos se cruzaron sobre su pecho.

- ¿Entonces tienes menos? – ambos se preguntaron para luego mirarse con recelo.

- Tengo 30 – El respondió.

- Tengo 18 – Ella contesto.

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