4 dic 2009

WN: 30 y 18 - Cap7

Capitulo 7
"No Soy Tan Cabezota"

- ¡Que hermosa! – Le había dicho en el momento en que la puerta le permitió ver su cuerpo.

- Gracias  - respondió tímidamente, las cosas estaban distintas ambos deseaban decirse muchas cosas Anahí reclamarle a él por esa mirada que le dejo a ella helada todo por dentro, por demostrar como el terror de estar hablando con solo 18 años “¡YO QUE CULPA TENGO!” – le hubiera gritado si tuviera oportunidad, o al menos eso pensaba ella, pero sabia que no lo haría, que no podría, que ella estaba consciente que era una niña, madura, pero al final una niña además ahora que lo veía, que sabia como era, el interés que despierta en ella solo le llega para querer ser su amigo.

Y bueno el no se quedaba atrás, el ego según el, ella se lo había lastimado, como le decía viejo, ¿viejo? Pero si apenas estaba llegando a la mejor edad del hombre, estoy disfrutando mi vida, trabajo, dinero y muchas mujeres, aunque bueno, eso siempre lo tuvo y por lo que veía siempre lo iba a tener excepto a ella, “Ni que quisiera tenerte” – susurraba su mente frente a ella –“Ni que quisiera tenerte” – ahora le gritaba su mente a su mano cuando tomo la de ella haciendo que esta diera una vuelta y  pudiera ver todo su cuerpo enfundado en un corto y apretado vestido.

- Estas muy linda y con solo una hora que te di para que te arreglaras – había comentado intentando distender la tensión que ya de por si había entre ambos.

- Tu no estas nada mal tampoco – le guiño el ojo – ahhhh y la verdad es por que no me gusta arreglarme demasiado, al natural es un poco mejor.

- Por lo que veo si – el le brindo su brazo para ahora si dirigirse a la salida tomar la limosina y ahí si dirigirse a la inauguración del hotel.

- Un poco exagerado ¿no? – Le había preguntado Anahí al estar dentro de la Limosina – tu coche es lo bastante elegante para legar.

- Puede que si, pero es protocolo luego lo entenderás – le respondió como si de un niño se tratara, eso hizo que de repente Anahí decidiera no hablarle mas “¿Qué se cree?”, así fueron pasando los minutos hasta que llegaron la entrada estaba llena de algunos periodistas buscando la noticia de la inauguración de uno de los hoteles mas esperados del Hotel y mientras que Alfonso la daba ella siguió caminando, esto genero distracción en Alfonso nunca una mujer que invitaba a algo así se iba, nunca una mujer desperdiciaba el momento de ser fotografiada y conocida.

Anahí ya estaba dentro del Hotel esperándolo quería ir y sentarse y tratar de disfrutar aquella fiesta, pero tenia que esperarlo y ella también odiaba esperar de repente sintió que un hombre de voz conocida daba algunas indicaciones y se dirigió hacia allí.

- Listo, ya esta casi todo preparado y podremos dar inicio en una media hora, ¿te parece? – aquel hombre le hablaba a un hombre de varios cm. menos que el con total normalidad y respeto, pese a que se notaba la diferencia de status.
Al voltear aquel hombre se encontró con Anahí un poco interesada en la conversación que el acababa de tener.

- Disculpa pero necesitas algo – le había hablado con una sonrisa en los labios.

- No, estoy esperando a alguien – contesto un poco a la ligera al ser consciente que la habían descubierto poniendo atención en una conversación ajena.

- Tu voz se me hace conocida – coloco sus manos en el bolsillo de su saco elegante y una sonrisa picara curvo en su rostro.

- Ayyy no, ¿Ucker? – Dijo al ser consciente que esa sonrisa era exactamente la que se había imaginado del hombre que sin conocerla le había dicho que se había acostado con Alfonso.

- Exactamente, encantado en conocerte tu eres – estiro la mano.

- Anahí, Anahí puente – le apretó la mano suavemente.

- Realmente aunque no lo creas, me quería disculpar por lo de esta mañana – dijo esta vez con su rostro serio.

- ¿Te estas disculpando?

- Si, obvio, no soy tan cabezota como crees y se que me porte como tal esta mañana – le sonrió de manera cálida, Anahí no pudo evitar asentir y sonreír de la sola manera que ella sabe hacerlo cuando alguien le caía bien.

- Jajaja ok, no te preocupes, al final esa debe de ser la fama de tu amigo, no juzgaste la mía – dejo entre ver mas o menos lo que al final había decidido de aquella rara e impetuosa conversación que habían tenido en la mañana ambos.

- No, no Poncho no es así o bueno ya no tanto – rió siendo sincero, ella lo acompaño en su risa – te parece si te llevo a la mesa donde se ubicaran – le tendió el brazo para que ella lo tomara y cuando estaba a punto de aceptar su ofrecimiento una voz se lo impidió.
- No te preocupes Ucker, yo la llevare – era Alfonso.

- ¡Hermano! – Dijo realmente alegre – Pensé que nunca te librarías de la prensa.

- Hay que ser cordiales, deberías ya saberlo.

- Lo se, lo se – miro a Anahí – pregúntale a ella y te dirá que he sido bastante cordial – le guiño el ojo indicándole que le siguiera el juego.

- así es, todo un amor – tomo el brazo de Ucker que antes había rechazado por la voz de Alfonso.

- Veo que se han conocido.

- Solo un poco – respondieron ambos, se voltearon a ver por la conexión en la respuesta y luego soltaron una risa tímida, en ese momento la mirada de Alfonso fue un poco mas fría de lo normal y cuando estaba a punto de responderle, sintió que alguien se tiraba encima de el por su espalda y lo abrazaba fuertemente.

- ¡¡¡PONCHITO!!! – grito la mujer encima de su espalda.

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