2 dic 2009

WN: 30 y 18 - Cap3

Capitulo 3
"¿Entrar a la habitación de un hombre desconocido y además casi desnudo?"

Ahora era Anahí la que estaba frente a la puerta de Alfonso, volvía a llenar sus pulmones de aire por segunda vez antes de tomar fuerza para tocar aquella puerta, la noche anterior luego de una conversación sin mucha importancia habían quedado de verse aquel día a las 9.00 y ya eran las 9.10, Anahí se había cansado de esperar.

- No pues que muy puntual – había dicho al momento que había decidido ir ella a buscarlo, pero ahí estaba no tan segura de tocar, sin darse cuenta ya había tocado y esperaba que le abriera, escucho pasos que se tropezaban uno con el otro, y ahí abrió él, con su cabello revuelto, su pecho al desnudo y sus piernas fuertes también, un bóxer tapando lo que debe de tapar.

- ¡¡ALFONSO!! – Grito Anahí, el medio abrió los ojos y un “Eu” salió por sus labios – ¿No que muy puntual? – sus manos se colocaron en jarras al decirle aquello, el se sobo los ojos fuertemente con las manos y un poco mas despierto contesto.

- No pude dormir bien, no pude ser las 9 – ella seguía viéndolo en forma de regaño, era el colmo, su mente de ella trabajaba a mil quería buscar algo que decirle para que se sintiera mal, para que mínimo no juzgara a la gente sabiendo que a el también le podía pasar lo mismo, pero él estaba tan guapo y ella era tan humana que no podía dejar de pasar su precavida mirada por el pecho fuerte, por su ancha espalda y además maravillarse por la estreches de su cintura, ¿acaso podía ser mas guapo?

- No, obvio no son las 9 – respondió en un tono frío – son mas de las 9 por eso vine a buscarte, si ves te lo dije anoche, a ti también te puede pasar – el asintió aun medio dormido.

- Tienes razón, perdóname ¿si?

- No se, no se realmente lo pensare – ya había bajado sus brazos y lo miraba a el un poco mas tranquila.

- Para que veas que no me acabo de despertar, pedí ya el desayuno para ambos – dio un paso atrás – pasa y lo esperamos juntos – ella lo miro un poco alarmada, ¿entrar a la habitación de un hombre desconocido y además casi desnudo?

- No hagas esa cara, te aseguro que no te voy hacer nada – se acerco mucho, mucho mas a ella – al menos no nada que tu no quieras – y eso hizo que ella estallara en una carcajada fresca y segura, tan fresca y segura como para que él pensara que para ella entrar a su habitación no era nada del otro mundo, por dentro su corazón se había acelerado por el acercamiento de él, pero alguna vez alguien le había dicho a ella “Nunca le demuestres nada, nada mas de lo normal a un hombre” y Anahí pretendía seguir al pie de la letra tal consejo.

Ya adentro de la habitación Alfonso le pidió que lo disculpara que se iba a bañar a ver si así se despertaba un poco mas, ella asintió aun un poco insegura al estar allí.

- Oye – le dijo Anahí a Alfonso antes de que este entrara al baño.

- Dime

- A todas estas ¿Por qué no dormiste bien? – había preguntado inocente, pero él, él como le podía responder que había sido por ella, por su sonrisa y por la increíble ansiedad de saber su edad, eso lo estaba torturando, quería saber si mínimo tendría una oportunidad de conocerla mas, que si aquella nueva conocida no seria algo de solo estos días por su paso en el hotel, ¿pero como le diría eso si ni el era consciente aun de todo lo que le sucedía adentro?

- Estuve trabajando toda la noche – mintió – tengo demasiado trabajo acumulado y ya sabes como somos los Trabajadores Compulsivos – había respondido con una sonrisa antes de darle la espalda y esta vez si entrar al baño.

Anahí ya sola dio una mirada por la habitación de él, se quedo maravillada al encontrar tantas diferencias entre ambas habitaciones sabiendo de ante mano que las Suites de aquel hotel eran iguales, la de ella tenia un ambiente mas cálido, corría las cortinas para que el sol entrar por las mañanas y por que la Luna la alumbrara en las noches, tenia un poco desorganizada la sala y la de el era impecable pese a que según había estado trabajando toda la noche, ella al igual que el tenia la duda sobre su edad pero no encontraba la forma de preguntárselo, ¿Por qué como le iba a decir a él que mientras que no sonreía y hablaba parecía su padre pero cuando sus comisuras de los labios daban forma a una sonrisa parecía el hombre perfecto? En ese momento el sonido del teléfono la saco de sus pensamientos.

- Alfonso – toco la puerta del baño – el teléfono.

- Contesta por favor – le había respondido aun debajo de la ducha, el un poco fuera de lo que le había enseñado contesto, “Nunca contestes el teléfono en lugar ajeno, es de mala educación” le había dicho su mama desde niña y el lo creía, realmente se le hacia de mala educación, pero el le había dicho que contestara.

- Bueno

- ¿Alfonso? – pregunto un hombre del otro lado.

- No, Anahí él esta ocupado en este momento – Un Mmmm se escucho del otro lado de la línea – ¿Deseas dejarle alguna razón?

- Prefiero esperarlo, ¿Crees que se demorara mucho en atenderme?

- Pues, se esta bañando así que no se – había respondido rápido, no sabia si debía decir que el estaba en el baño pero ya lo había hecho así que, ¡Que mas daba!

- Ahhhh ya entiendo, así que tu eres la nueva novia eh, que raro no me había comentado, yo soy Christopher pero demás que el te habrá hablado de mi como Ucker.

- No, no – dijo alarmada.

- ¿No te ha hablado de mí? – Pregunto un poco confundido, luego soltó una corta risita – así de ocupados habrán estado, que tigre es mi amigo  - esta vez su risa fue un poco mas bullosa.

- Eyyyy  - había gritado Anahí cansada de escuchar tonterías – mira realmente no se quien eres, aunque por la forma en que me dijiste que te dice Alfonso me imagino que eres el otro dueño de Uckerrera – así es habían respondido del otro lado – en fin, como sea al final yo me refería a no se que clase de persona eres al creer que toda mujer que contesta y te dice que tu amigo esta en el baño es porque la ha conquistado y la ha llevado a la cama, aquí entre nos que mente tan pervertida tienes la verdad – había dicho ya en forma de reclamo, en ese momento el carraspeo de una garganta desvió su discurso el cual ella ya estaba segura que seria un poco mas largo, aun así con toda calma se volteo hacia Alfonso y le entrego el teléfono – Lo siento, pero se lo merecía – dijo para luego después salir de aquella habitación hacia la de ella.

- Bueno – respondió Alfonso un poco intrigado por saber quien estaba al otro lado del teléfono.

- ¡Poncho! ¿Eres tú?

- Si, Ucker ¿Qué paso? – Pregunto ahora mas confundido

- Pues ¿Quién es ella? – Una persona que conocí ayer en el pasillo del hotel – respondió el siendo sincero – Y ya tan rápido te acostaste con ella? Pensé que ya no hacías eso tigre.

- ¡Ucker! – respondió un poco horrorizado al entender perfectamente lo que el había dicho – estas completamente equivocado, Anahí y yo, no, no, nada que ver – pero me dijo que te estabas bañando – respondió como un niño al defenderse.

- Es que lo estaba haciendo pero no por todas las cochinadas que tu estas pensando, Ayyy Ucker, Ucker que mente la tuya la verdad.

- Perdóname amigo, ¿se enojo mucho? – creo que si, salió de la habitación al entregarme el teléfono.

- ¿Pero que hacia en tu habitación?

- Ucker, me estaba esperando quedamos de vernos a las 9 porque me va ayudar a pintar la habitación en mi casa, ella me lo propuso anoche y pues me pareció bien, realmente me canse de esperar que vayan.

- Entonces, nada de nada.

- Nada de nada Ucker, yo después te cuento – en ese momento tocaron la puerta, el un poco afanado despidió a su amigo pensando que era Anahí.

- Te dejo parece que volvió.

- No espe – el ya había cortado sin esperar a que Ucker terminara de hablar.

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