8 ene 2010

WN: 30 y 18 - Cap61

Capítulo61
"Hablando"
“De Cabeza Me Tienes” – me susurro Anny, incrédula, expectante y un poco reacia a creérselo, no levantaba la mirada, de repente centrar su mirada en esas cortas 4 palabras era la mejor forma de resguardarse ante lo que se podría venir.
- Anahi – la llamo un poco nervioso de espera, ella negó con su cabeza, un movimiento lento y un poco estúpido en ese momento – Anahi, vamos a hablar, el después se busca y yo si te encontré.
- No me tenias que encontrar Alfonso – comento un poco desconcertada, en su ensimismamiento Poncho la fue dirigiendo hacia un banquillo que lo cubria una gran rama, las estrellas en el cielo, el viento calido y a la vez helador por la estación, era perfecto, juntos allí.
- Yo…  - Comenzo a hablar Alfonso – cuando te bese aquella vez, realmente lo hice porque asi lo quería, lo necesitaba.
- Lo dices por la primera o la ultima vez – se atrevió a preguntar Anny esta vez mirándolo a la barbilla.
- Por ambas Anny – la hizo que lo mirara – por ambas – le repitió – no se que tienes y malditasea eso me esta matando.
- Poncho… - trato de impedir lo que venia.
- No Anny, lo hemos frenado ambos y creo que merecemos esclarecer todo.
- Tienes novia – le repitió tomando un poco mas de fuerza para resistir el escrutinio que esos ojos verde oliva le propinaban.
- Olvidate de Karina por favor, solo un momento
- No puedo – le dijo sinceramente.
- ¿Por que?
- No se, pero respondeme tu ¿Cómo puedes, como puedes olvidarte de ella?
- No se como puedo Anny, ¿Es acaso eso lo que quieres saber? Bien, pues veamos porque a mi tambien me gustaría saber como es que al lado de ti, de una niña puedo olvidarme hasta de mis propias necesidades.
- No soy una niña – replico, Alfonso desconcertado la observo.
- Fue lo único que escuchaste de lo que te dije – ella negó con la cabeza - ¿Entonces?
- Aclaremos primero lo de mi niñez Alfonso – decidió ella de repente tomar las riendas de la conversacion – como puedes tan siquiera decirme niña, si estas tu aca diciéndome todas estas cosas y con novia, como puedes decirme niña si me besas un dia y al otro le estas pidiendo noviazgo a otra ¿Mujer? – pregunto con sarcasmo, silencio – dime algo Alfonso, de repente ya no quieres hablar o ¿Que?
- Anahi - ¿Que? – le respondió ahí mismo – ¡Dejame hablar! – respondió exasperado, Anny se rio un poco, por el gesto de él, por el nerviosismo de ambos – se que no eres una niña, malditasea si lo sabre – la observo detenidamente – solo que tu edad me freno, me freno al principio, aquel dia en mi casa te bese sin saberlo, sin planearlo y cuando fui consciente, simplemente me aterrorice.
- No soy un monstro Poncho – Dijo timida.
- Eres todo lo contrario Anahi – Comento galantemente atrayéndola a el.
- Poncho – susurro cuando ya estaban lo suficientemente cercanos para sentir la respiración del otro sore sus rostros.
- Tienes toda la razón – comento un poco en desacuerdo antes de alejarse – Anny, si yo me hice novio de Karina fue porque pensé que Pedro era tu novio – comento rápidamente, todo de una ¿Qué perdia? ¡NADA! ¡NADA!, esta repitió cada palabra en su mente, se dijo para si esa frase una y otra vez antes de responder, busco la mejor forma de hacerlo, pero al hablar solo una palabra salió de sus labios.
- ¿QUE? – Pregunto estupefacta.
- Asi es
- Por esa bobada, ¿Por una suposicion? – no lo entendía – Estas loco! – le grito en la cara – te juro que lo estas.
- Anny.
- No Poncho, ¿tu sabes como yo te bese esa vez?, ¿tu sabes lo que sentí cuando me tomaste de esa forma en ese pastizal? – le pregunto - ¡No, claro que no lo sabes! Como lo sabrias si ni siquiera te has atrevido  a mirarme a los ojos y preguntarme algo.
- Tienes razón… - Dijo despacio.
- Ahora me diras que no tengo ra… - De repente fue consciente de que el le había dado la razón, que la miraba un poco apenado y ella de repente volvió a sentir esas cosquillitas milagrosas que bajaban todas las barreras que ella se había construido, de repente, solo estaban sus corazones, ya ni ellos mismos en aquella silla.
- ¿Tengo la razon? – pregunto incrédula.
- Si – respondió sin animos de discutir el hombre.
- Bueno, la razón… la razón puede que no la tenga completamente – decidió conciliar, ¿Por qué de repente era tan duro aceptar que el le había dado la razon?
- Anny, es tan duro aceptar que yo he aceptado que soy un completo ******* – dijo fuerte, llevando –según el- hasta el limite de la vergüenza su propio ego.
- Un poco, no te voy a mentir… es… diferente – decidió usar aquella palabra sin aun saber si era la correcta.
- Sigamos en esa tónica ¿si? – le pidió – de pronto si te hubiera preguntado las cosas serian diferente ¿Pero tiene caso reprocharnos eso?
- No estaríamos en esta situación si lo hubieras hecho – le aclaro ella.
- ¿Entonces en cual estariamos? – se atrevió a preguntar.
- No se, de pronto en ninguna… o en algo mas distinto… - no se atrevió a aclarar algo.
- Anny ¿Te gusto? – fue él, el primero en atreverse a preguntar.
- Poncho… - no sabia como responder – simplemente respondeme – le pido el hombre que se acercaba a ella peligrosamente.
- Me gustas, me gustas mucho – el solo sonrio mientras que a aquel  mechon travieso que se posaba en el pequeño rostro de Anny lo enroscaba en su dedo.
- Tu a mi tambien me gustas – decidido Poncho se acerco mas a ella mientras pronunciaba aquella frase, una palabra tras otra, Anny tambien sonrio, timida y picara, aquello ensancho mas la sonrisa sincera de Alfonso.
- Besame – le pidió Anny cuando sintió la necesidad absurda y casi asesina que su alma necesitaba de conectarse con la de el.
- ¿Que? – pregunto sin entender.
- BESAME ALFONSO, BESAME….

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