Capítulo 66
"¿Lo amo?"
La sentía, la tocaba… por fin parecía estar haciéndola sola de el, tatuando en toda su piel cada beso, cada caricia y cada deseo que imprimaba en cada movimiento hecho con total devoción por ese cuerpo, por fin la hacia de el, pasándole los dedos por todo el cuerpo y haciéndola temblar por el simple hecho de lo que vendría, Anny gemía fuerte y sin pudor, sin pensar en que detrás de esa puerta se encontraban personas que con una sola mirada le harían arrepentirse de lo que hacia.
Poncho la beso, lenta y prolongadamente, recorriendo cada recoveco de su boca, conociendo y aceptando ese sabor que se producía en la mezcla de sus lenguas que parecían combatiendo en una lucha de quien producía mas placer en las terminaciones del otro… ella gimió y el la siguió, suplicando ambos por mas.
Poncho en un movimiento fresco bajo la cobija que había buscado en un cajón del estudio y que siempre había estado allí desde que Ucker y el de niños se quedaban dormidos viendo una película, en aquella posición situada en el sillón de cuero la luz de la luna que se filtraba por la ventana brillo sobre los cuerpos de ambos, demostrando lo perfecto y duro de Poncho y aunque Anny siempre había considerado que su cuerpo era un poco pequeño al escuchar de los labios de Alfonso lo hermosa que era, ella simplemente se lo creyó, cerrando los ojos y permitiéndose sentir todas aquellas nuevas sensaciones que experimentaba desde que se había tirado encima de Poncho gritándole que si iría… ¿Todo pasaba bastante rápido? No eran preguntas que pasaban por la mente de los dos amantes que se preocupaban únicamente por saciarse mutuamente.
Por primera vez Poncho sonrió complacido, sonrió enamorado al palpar cada curva del cuerpo de Anny, temblaban sus manos al posarse sobre la piel suave y delicada de la niña, de la mujer… ya no sabia como decirle, pero le fascinaba… le maravillaba esa combinación en un solo ser.
Cuando volvió a recorrer los centímetros que separaban sus labios no pudo evitar pasar sus manos por el rostro, por la espalda, acariciar suavemente el turgente trasero… maravillarse por los gemidos de Anny que por si solos le pedían mas, luego volver a subir…
- Poncho – le susurraba agitada, dándole la entrada a Poncho de detenerse en aquella parte que lo pedía solo a el.
Como autómata Anny intento acariciarlo a él de la misma forma, entregarle la pasión que entre sus manos había sentido, su cuello, su espalda…. Sus largos brazos, su firme pecho y tomando fuerza bajándolas a aquella parte que nunca se imagino tocar pero por el rostro de Poncho y el simple acto de morderse el labio inferior sabia le fascinaba.
- Te deseo – susurro él con voz ronca – Te quiero tanto – admitió sobre sus labios haciendo lo que todas esas caricias juntas no habían hecho, provocándola, amándola, unas tres simples palabras llenándola de adrenalina, pasión y amor se arqueo para que el supiera que quería… que buscaba mas.
- Yo también te deseo – lo arqueo atrayéndolo hacia ella – Te amo, Poncho… Te amo... – Poncho se separo rápidamente llevándose consigo un sonoro golpe con una mesa al otro lado, aterrado grito que no.
- Te amo – repitió Anny, esperando una respuesta igual a la suya, a su reconocimiento.
- No, no – gritaba Alfonso antes de tomar su camisa arrugada y salir corriendo por la puerta donde se enfrentaría a los demás…
- ¡Poncho, Poncho! – grito sintiéndose sola… y rechazada.
Desesperada se despertó gritando, gritando el nombre de Alfonso, mojada por el sudor en una combinación de pánico y excitación comprendió todo, lo amaba… lo amaba.
- ¿Lo amo? – se cuestiono, en que momento después de haberse despedido con una simple sonrisa y salir de aquel estudiando sin encontrarse a nadie en su camino ella había empezado a soñar con eso… en que momento su cuerpo había comenzado a desear mas que una sonrisa por parte de el y deseaba todo su cuerpo… y peor aun… su corazón.
- ¿Lo amo?
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