13 ene 2010

WN: 30 y 18 - Cap67

Capítulo 67
"Mamá"

Algunos días habían pasado como en una marea rápida y cargada de sentimientos, de repente Anny se había concentrado en disfrutar momentos con sus padres y había ignorado completamente a Poncho, le temía a él y lo que sentía, se sentía ridícula y a la vez un poco segura al ignorarlo, ¿Qué cambio había entre sentir y aceptar que lo sentías?... se pregunto el primer día que lo había saludado de lejos y rápidamente salió corriendo hacia al lado contrario de donde el se encontraba, horas después supo que la diferencia era lo suficientemente grande, tanto como para que ella sintiera la necesidad de huir, de meterse en la maleta de su madre y quedarse allí por horas si era necesario.
- ¿Qué te pasa? – Le pregunto su madre a la mañana siguiente.
- Nada – Respondió seca.
- No te creo Anny, cuéntame… - le tomo la mano delicadamente - ¿Somos amigas,  no? – le pregunto en ese tono maternal que Anny odiaba, siempre la mujer de ojos profundos lo usaba para convencer a su hija de todo lo que ella deseaba, inclinaba la cabeza hacia la derecha, bajaba la mirada un poco y hablaba despacio, ¡ERA INCREÍBLE EL EFECTO QUE TENIA TODO AQUELLO EN ELLA!
- Mamá – Grito Anny al sentirse abrumada por todo aquello, por ella, por él… por quererlo.
- ¿Qué Anny? Dime que pasa… - Le repitió nuevamente.
- Es que realmente no pasa nada – le aseguro – son solo cosas que he venido pensando… y bueno, me tienen un poco confundida.
- ¿Alfonso?
- Si – reconoció – se que no esta bien, pero ahhhh – suspiro – no se que me pasa.
- Te puedes estar enamorando – Le dijo su madre mientras permitía que esta se acostara y apoyara su cabeza en las sus piernas.
- Enamorada no – Dijo convencida.
- ¿Por qué lo dices tan segura? – No es lo mismo que sentí por Pedro – fue su única explicación.
- Anny – acaricio su rostro – la relación que tu tuviste con Pedro no puede ser tu base para otras relaciones.
- ¿Por qué no? – pregunto realmente confundida – yo estaba enamorada de él, era amor en serio – le confirmo.
- SI, no lo niego – acordó  - pero el amor entre ustedes fue diferente, eran niños… y fue un amor de niños.
- No – quiso renegar, quedarse en esa vaya protectora – Pedro es todo un hombre – Lo es ahora, pero cuando tu entraste a su vida, era un niño… ustedes mutuamente se hicieron adultos, maduraron.
- No lo debí dejar.
- Anahi no digas eso, tu muy bien sabes que fue lo mejor… la relación de ustedes era mas fraternal que otra cosa.
- Puede que tengas razón – TENGO RAZÓN – la corrigió.
- Y si algo entre Poncho y tu se da, no seria una relación fraternal o infantil, todo seria a otro precio bebe – le sonrió.
- Y ¿si no estoy preparada? – Si se llegara a dar es porque lo estas – le respondió al instante.
- Y ¿Si el no siente nada? – ¿Realmente tienes duda de que el siente algo? – le pregunto, Anny no pudo evitar reírse mientras se acordaba de todas aquellas palabras que el le había dicho una noche días atrás, resultaba tan lejana después de que ella misma lo había rechazado todos estos días.
- Sabes – se levanto de repente – no tengo duda sobre eso – sonrió – pero… - su sonrisa se borro lentamente – no se realmente que es lo que el siente – se volvió a recostar al lado de su madre.
- ¿Por qué no se lo preguntas? – fue simple pero directa su pregunta.
- ¡No puedo! – Respondió asombrada por la “osadía” de su mama al tan si quiera proponérselo.
- Anny – le tomo la mano – cálmate – Realmente, ¿Qué puedes perder? Me vas a decir que no han hablado nunca de la atracción que hay entre ustedes.

- Bueno – acepto – en eso tienes razón, pero una cosa es atracción, otra y muy diferente son sentimientos – Eso lo se – le dijo su madre.
- Pero no se pueden quedar los dos en esa fase, tienen que seguir, atreverse a que de pronto pueda haber algo mas.
- ¿Y si no?
- ¿A que le temes, a sufrir? – Anny asintió – Sin sufrimiento no hay amor, tu misma lo dices sin el opuesto no hay todo eso que es importante, la felicidad, el amor, la paz… los sueños… asi es la vida.
- DIFÍCIL – comento de repente cansada, abrumada por todo aquello.
- Pero tu eres aun más fuerte – la abrazo, un abrazo rápido y fácil, pero que en ese momento fue perfecto para tomar impulso.
- Lo soy – sonrió como niña – ya vengo – salió corriendo de su habitación en busca de algo para hacer, en busca de alguien… Alfonso.
- Hola – Le dijo el hombre que le estiraba la mano segundos después de ella haber caído al suelo.
- Hola Poncho – le sonrió mientras la tomaba.
- ¿Para donde con tanta prisa? – Le pregunto sonriente – Otra vez huyendo de mi – su sonrisa aun era perfecta y presente en su rostro, un poco mas irónica pero aun maravillosa - ¿Por qué huyes?
- Realmente iba a buscarte – le respondió mientras intentaba controlar su respiración, tratar de apagar el nerviosismo que su cuerpo tenia cuando el paso su mano grande por su rostro y comenzó a acariciarla.
- ¿Si?  - Pregunto emocionado - ¡No me lo puedo creer! – Completo irónico.
- Óyeme – le golpeo el pecho juguetonamente – claro que te estaba buscando – sonrió – agradéceme, porque no todos tienen el placer que tienes tu de que yo los busque – le guiño el ojo, este devolvió el gesto en un pacto de complicidad.
- Ok, te creeré – le sonrió ampliamente mientras se acercaba peligrosamente a ella – solo por ahora y claro esta, con una condición – le tomo la mano en forma casual, Anny aunque nerviosa disfruto de la caricia.
- ¿Cuál es esa condición?
- ¿Salimos hoy? – le pregunto de repente nervioso.
- Me lo preguntas o me lo impones como condición – le respondió un poco mas segura y nerviosa, una mezcla extraña pero a la vez normal cuando estas frente a esa persona… especial.
- Te lo pido – le contesto sincero mientras acariciaba suavemente el pulgar de ella.
- ¿Es una cita?- Pregunto demostrando la ilusión que en sus ojos estaban tatuados.
- ¡Es una cita!

No hay comentarios:

Publicar un comentario