Capítulo 69
"Cita- Segunda Parte"
-¿Te gusta? – Le pregunto de nuevo cuando Anny embobada dejo de escuchar su pregunta, esta seguia observando a su alrededor, su sonrisa era sincera y mas aun el abrazo que le dijo a Poncho cuando por fin escucho su pregunta - ¿Lo tomo como un si? – pregunto emocionado.
- Se, Yes, Oui y Si – Respondio con una sonrisa sincera donde el brillo en sus ojos demostraban las lagrimas que se habian acumulado por la emocion de estar en ese lugar y mas aun por estar ahí con él, este bajo la misma manta de emocion que acobijaba a Anny, la cargo mientras le daba vueltas ambos reian de alegria, delicadamente la devolvio a su lugar luego de algunos segundos - ¿Cómo pensaste venir acá?
- Siempre se me ha hecho un lugar – lo penso un momento – bastante romantico – sonrio sincero – y pense que te gustaria – roso su mejilla con la de él a Anny un corrientazo le recorrio la columna.
- Entonces – cruzo sus brazos sobre su pecho – debo de creer que todas tus conquistas las traes acá – pregunto mientras su gesto mostraba un enojo, un enojo fingido pero que asusto al hombre frente a ella.
- ¡No! – Aseguro angustiado – Yo… - bajo la mirada mientras sus brazos caían cansados a sus costados – bueno, es la primera vez que vengo con alguien – murmuro despacio.
- ¿Que? – Pregunto un poco aturdida con lo que escuchaba – repítemelo, no te escuche – jugo, guiada por el deseo de volver a escuchar aquello en boja de él.
- Lo escuchaste – la miro – no juegues conmigo – le exigió serio.
- No lo hago – le sonrió en su intento de que las facciones del hombre se distendieran – solo que deseo volverlo a escuchar.
- Estas loquita – le contesto un poco nervioso por la petición de ella, en volverlo a escuchar – eres la primera no tanto lo de mujer, no quiero sonar a Telenovela, si no persona que permito me acompañe a este lugar.
- ¿Por qué, por que yo? – pregunto mientras se acercaba a él, tímida pero coqueta al mismo tiempo, Poncho trago grueso al recibirla en sus brazos, miro sus ojos y tratando de encontrar la mejor forma de responder vio al horizonte y ahí recordó lo que había sentido la ultima vez que solo, había venido… lentamente y sin dejar de abrazarla la volteo, Anny apoyo su espalda sobre el pecho de Alfonso y este comenzó a hablar.
- Yo estuve aquí hace unos días – comenzó – y por primera vez me sentí… - Anny cuadro la cabeza de tal manera que pese a seguir con la misma posición pudiera observarlo – me sentí solo, por primera vez este olor que me llena de paz desde la vez que por error caí acá, años atrás no me brindo nada… pero cuando vi aquellas luces en tierra y cielo – le sonrió, como se miraban, la forma en que las lagrimas llenaban los ojos de Anny, como Poncho la abrazaba fuertemente mientras Anny situaba sus manos por encima de las de él, y esa genuina sonrisa tatuada en los rostros de ambos, era todo aquello digno de una fotografía.
- Cuando las vi – trato de continuar – tuve a una única persona en mi mente – “¿Yo?” – pregunto emocionada en su interior – una mujer, una niña… simplemente la única capaz de hacer que este mi lugar no sea mío sin la necesidad loca de tenerte junto a mi… ¿Me entiendes? – Anny comenzó a asentir mientras algunas lágrimas recorrían sus mejillas.
- ¿Lo haces? – Pregunto – ¡Porque realmente ni yo me entiendo! – respondió alegre.
- Yo tampoco entiendo lo que siento – sonrió – lo que siento por ti – un sonrojo cubrió sus mejillas – pero, se que estando acá al lado tuyo, estoy mucho mejor de lo que en cualquier lado sola podría estar – sonrió cómplice con el.
- No puedo creerlo – expreso demostrando en su rostro también su incredulidad.
- ¿Por qué no? – pregunto sin comprender, luego en silencio ambos se miraron comprendiendo mucho mas que con palabras podría decir, Poncho sonrió y Anny como autómata repitió el gesto, ninguno comprendía lo que el otro sentía, porque ni ellos mismo entendían lo que la persona al lado de ellos les hacia sentir.
- Estamos locos – expresaron a la vez.
- Tú me tienes asi – completo Alfonso, después de que Anny se quedo en silencio y trato de acercarse mas a sus labios, Anny haciendo acopio de su fuerza detuvo el movimiento con un dedo
- ¿Por qué?
- Es importante para mi – comenzó Anny – que no nos adelantemos a los hechos Poncho – este asintió como si comprendiera a lo que Anny se refería, Karina otra vez Karina, se repitió él – Y no es por ella – comento Anny sorprendiendo a Alfonso – Por hoy no me quiero preocupar por ella – sonrió conforme con la decisión que había tomado – pero si quiero preocuparme por conocernos y para que sepamos que lo que de repente decimos sentir – estaba seria, Alfonso comprendió en la forma en que hablaba que todo lo que decía era importante, el adopto el mismo gesto dándole toda la importancia al momento – no es simplemente el gusto por algo físico – lo volteo a ver de una manera entre descarada y tímida – y va mas allá.
- Te entiendo… no te voy a negar que me gustas – le aseguro.
- Ni yo a ti… - le confirmo – eres muy guapo, inteligente y divertido – dijo rápidamente – no soy la primera que te lo dice y tampoco seré la ultima – sonrió sin pena, simplemente sincera – de eso estoy segura, pero quiero también estarlo de que lo que me haces sentir va mas allá…
- Va mas allá de las ganas de comerte la boca – comento mientras la pasión que el movimiento suave de los labios carnosos de Anny lo embargaba, Anny asintió complacida de que el sintiera lo mismo – Pienso igual… yo, bueno no estoy para correr y dejar atrás la posibilidad sentir – comento sincero – que de viejo sonó eso – comento bromista haciendo que Anny se riera fuertemente.
- Jajaja si – le aseguro – realmente sonó como si tuvieras como 70 años – murmuro burlona.
- Si mijita – hizo un tono de viejito – es que los años no pasan solos – continúo con el mismo tono.
- Señor, señor – continuo bromeando Anny – si desea le traigo su bastón para que no se tropiece – rio fuertemente con el gesto que hizo Herrera.
- No mijita – decidió continuar con el tono de viejecito mientras transfiguraba su rostro un poco- yo me sostengo en tus brazos – rio un poco.
- ¡A que viejo verde! – comento entre risas que comenzaban a dejar adolorida su panza.
- Y tu que roja te vas a poner – comento ya en su tono mientras movía sus manos rápidamente sobre su cuello y costillas generando que esta se muriera de la risa.
- ¡No, Poncho no, cosquillas no! – grito entre alarmada y feliz mientras aprovechaba un momento donde él había dejado de hacerle cosquillas y Salió corriendo hacia el lado contrario.
- No huyas Anahi, no huyas – grito detrás de ella, Anny corría mas rápido sin parar de reír, en un árbol se cubrió esperando que dando vueltas a su alrededor confundirlo un poco, en una mala decisión cayo sobre los brazos de él – te tengo – grito glorioso y entre risas comenzó con las cosquillas.
- ¡Poncho para, para por favor! – Le pedía Anny retorciendo sus piernas y riendo si parar - ¡JAJAJA, Alfonso me vas hacer ir al baño! – le grito nuevamente sin parar de reír.
- Ok, ok te dejo – comento luego de varios minutos, Anny se paro tranquilamente aunque con muchas ganas de encontrar un baño en ese solitario lugar – o bueno, mejor no – la volvió a abrazar y antes de hacerle mas cosquillas beso su frente, Anny sonrió enternecida.
- Alfonso ¡Me voy hacer, me voy hacer! – grito mientras saltaba alejada de él, el gesto de ella demostraba que hablaba en serio, Poncho por fin se detuvo.
- Perdón – murmuro Herrera apenado.
- No te preocupes pero… - lo miro detenidamente - ¿Cuánto te demoras en llegar a la ciudad? – pregunto mientras trataba de cerrar un poco mas fuerte sus piernas.
- Jajaja – rio al darse cuenta de la realidad de Anny – solo 5 minutos, vamos rápido – comenzó a caminar rápidamente, no sin antes entrelazar sus dedos con los de Anny, deleitándose nuevamente con la suavidad de su piel.
- Perdóname – comenzó Anny cuando ya iban de regreso – pero tú fuiste el que comenzó – saco la lengua juguetonamente, Poncho enternecido apretó su mano de ella.
- Lo se, no te preocupes – dio un giro en una calle iluminada – estamos a punto de llegar – sonrió – es el restaurante de un amigo, el te permitirá usar el baño – completo mientras ya estacionaba, el lugar era exclusivo lo que genero que Anahi se volviera a sentir fuera de lugar, trato de acercarse un poco a Alfonso en un acto inconsciente de protegerse de las miradas indiscretas de los allí presentes que la miraban con desaprobación.
- No te preocupes – le susurro Alfonso al volver a su lado e indicarle el baño, Anny asintió rápidamente antes de dirigirse hacia al lugar donde le había indicado.
- Herrera – murmuro una voz masculina detrás de él – cuando me dijeron que estabas solicitando un baño no me lo podía creer – termino.
- Rodrigo – sonrió sarcástico – que bueno verte – estrecho su mano – no pensé que estuvieras en la ciudad – completo.
- Pues si, ya me ves – su voz ronca por el cigarro continuo hablando - ¿No vas al baño? – Pregunto de repente, Alfonso nervioso comenzó a ver a los lados - ¿A quien buscas? – Sonrió morbosamente - ¡No me digas! – Expreso - ¿Quién es ahora, modelo o alguna de esas mujeres de traje que tanto te gustan? – pregunto sin permitir que este respondiera – Me imagino que todo un mujeron – coloco una mano en el hombro de Herrera que seguía nervioso - ¿Cuántos tiene 30? ¿Cuánto llevan, se van a casar? – Siguió preguntando, la actitud, las constantes preguntas y ese asqueroso aliento comenzó a enojar a Alfonso que se soltó del apretón que Rodrigo le daba “Poncho” – murmuro la voz de Anny atrás de ellos, Herrera se volteo sonriéndole.
- Por fin – murmuro aliviado de verla y poder irse.
- Mucho gusto Guapa – de repente un acento no propio marco la voz de Rodrigo – me llamo Rodrigo y soy amigo de acá el Alfonso y tu? – Anny aturdida por la actitud del hombre volteo a ver a Poncho.
- Anahi – Dijo secamente.
- Amiga de Dulcecita – cerró los ojos de una forma un poco vulgar al recordarla – o es que ya a mi amigo le gusta cambiar pañales…
No hay comentarios:
Publicar un comentario