Capítulo 83
Segunda Parte - "Toñita"
-Hola Herrera – murmuro la menuda mujer tras de él, Poncho no pudo evitar sonreír, provocando que Anny soltara rápidamente sus manos enfadada, él no presto mayor atención cuando ya se levantaba de su asiento rápidamente, sabia perfectamente quien era aquella mujer, la conocía y la reconociera a metros de distancia, su tono era inconfundible.
-Toñita – murmuro con humor antes de tomarla entre sus brazos y recostarla rápidamente en su pecho, sus brazos encajaron perfectamente en el cuerpo femenino, demostrándole a Anny que no era la primera ni seria la ultima que compartían un abrazo tan intimo, con sus ojos encharcados hizo el mayor esfuerzo por ver hacia a otro lado, pese a que la mujer había devuelto el abrazo tal vez con la misma emoción, cuando se separo de este había un poco de enfado en sus rasgos.
-¿Hasta cuando Herrera? – lo interrogo mientras colocaba sus manos en sus caderas y demostraba el supuesto enojo que sentía - ¿Hasta cuando me vas a decir Toñita? - El hombre no pudo evitar reírse, estaban en un lugar donde deberían guardar las formas, pero verla a ella parada frente a él, con ese gesto altivo que tanto la caracterizaba lo hacia olvidar de todo… y peor aun, de todos.
-Tu sabes que es de cariño – le recordó con burla mientras apretaba una de las mejillas femeninas, ocasionando que esta rápidamente se separara del hombre, odiaba cuando este hacia aquello.
-Me llamo Antonella, Porno - Y le devolvió aquel cariñoso pero odioso al mismo tiempo acción, apretó ambas mejillas mientras le sacaba la lengua, haciendo que ambos sin premeditarlo estallaran en una sonora carcajada, había un pasado y con angustia lo admitía Anny aun haciendo un esfuerzo sobre humano por no voltear a verlos, lamentablemente no encontraba manera por dejar de escucharlos… - No Antonia – le recordó por millonésima vez en la vida.
-¡Hace tiempo que no escuchaba que alguien me dijera Porno! – exclamo emocionado el hombre al volverla a abrazar.
-Sera porque nadie te conoce tan bien como yo – le guiño el ojo pícaramente - ¿Ya has dejado todo ese tipo de revistas? – pregunto burlona, lo que ocasiono el sonrojo del hombre, aquella mujer intrépida y un poco inoportuna, no había cambiado para nada, decía todo aquello que se le venia a la mente sin pensarlo tan si quiera una vez… y si, podría ser que muchas veces lo había hecho pasar los mayores osos de su vida, como ese… pero aun asi, no podía hacer otra cosa que amarla… amarla tal y como era ella.
Anny abrumada por lo que escuchaba levanto el rostro abriendo sus ojos y encontrando aquella imagen tan intima que ellos brindaban, la mujer, aquella desconocida le dirigió una larga mirada antes de sonreír, aquel gesto tan simple le recordó a Poncho, su acompañante, “Anny” – murmuro para si, y para ella antes de voltear y con una ancha sonrisa disculparse con la mujer que aun lo esperaba sentada en la mesa.
-Anny – Dijo primeramente Poncho dando un paso hacia la mesa, Anny continuo en su asiento sin alguna sonrisa cordial, realmente enojada y confundida “¿Quién es?” era la única pregunta que existía en su mente – Ella es Toñita – paso su brazo por la cintura femenina, esta se soltó un poco para poder saludar a Anny.
-No le creas, me llamo Antonella – le estiro la mano de una forma cordial, Anny pese a sus propias ganas de ignorarla le devolvía el gesto.
-Anahi – Respondió secamente ella, Antonella sonrió pacíficamente entendiendo por completo todo, disfrutando aquel gesto de hastió y de leve tristeza que estaba tatuado en los gestos de la “Niña”.
-Entonces – Comenzó Poncho un poco inconsciente del descontento de Anny - ¿Cómo has estado?
-Pues – miro por ultima vez a Anny antes de sonreír y dirigirse completamente a Alfonso – he estado bastante bien – sus ojos brillaron lo que ocasiono un conocido “Uyyyy” en el hombre - ¡No te burles! – Le recrimino la mujer – he estado bastante bien, pero ahora – le guiño el ojo nuevamente mientras su sonrisa se curvaba pícaramente – estoy mucho, mucho mejor.
-Lo sabia – sonrió de la misma forma, estrechándola mas hacia él - ¡Todavía tengo mi encanto Pornificado! – se rio, Antonella hizo lo mismo, “Pornificado” aquella palabra era común en ellos, ella le decía Porno en sus momentos de burla, al creer que como todo hombre él guardaba revistas Porno debajo de su colchón, bueno por eso y por el video que estaban viendo él, Ucker, Chris, José, Raúl y algunos mas cuando ella entro en aquel salón oscuro…
-¡Eran todos unos cochinos! – se quejo la mujer.
-Oye, solo éramos jóvenes… - sonrió mientras negaba con su cabeza en un acto único que demostraba estar recordando – creo, que las cosas han cambiado un poco – sonrió – tu lo sabes bien – le acaricio la mejilla esta vez tiernamente, la mujer sonrió embobada al ver aquellos ojos verde oliva que había dejado de observar por tantos años, era tan bueno estar nuevamente allí…”Los recuerdos…” - ¿Qué ves? – Pregunto luego de algunos segundos cuando capto que esta perdía un poco la atención.
-Espérame – le pidió, mientras se separaba del hombre.
-Siempre lo hago – murmuro mientras la mujer caminaba hacia otra dirección, lo dijo lo suficientemente alto para que esta escuchara, entre risas la perdió de vista.
-Wow – comento al sentarse, Anny abrió los ojos estrepitosamente al darse cuenta del descaro del hombre, “¡Mucho…!” – Grito su interior – Hace tanto no la veía – sonrió aun embobado.
-Se noto– le respondió sin poder evitar demostrar su descontento, Poncho sonrió un poco mas al ser consciente del tono que ella utilizaba.
-Si… es que Toñita – sonrió – Digo, digo… Antonella es – comentaba con ganas de aumentar el enojo que descubría en los ojos de ella, se reía por dentro regocijándose por la reacción de ella.
-¡No quiero escuchar que es ella para ti! – lo detuvo Anny, hastiada por la actitud de Alfonso, ¿Acaso no notaba que le dolía todo aquello?
-¿Qué te pasa? – La cuestiono con todo en el cinismo posible - ¿Estas bien?
-Oh, Alfonso, - se recostó cansada en el espaldar del asiento – no seas tan cínico – le pidió con lagrimas en los ojos – Si quieres estar con ella – se acerco nuevamente en la mesa para asi estar junto a él – puedes hacerlo, eh… por mi no te detengas.
-¿Estas celosa, Anny? – Le pregunto - ¡Jajaja, estas celosa Anahi! – se burlo sin poderlo evitar, era tan bueno estar frente a ella, muerta de celos y demostrándole todo lo que sentía como una simple mirada de reproche… “¡Por Dios como te…!” – se interrumpió el mismo, no quería escuchar lo que su interior quería decirle.
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