Capítulo 84
Tercera Parte - "Perder Tu Libertad"
Sus ojos estaban llenos de ira cuando le devolvió la mirada a Poncho, quería levantarse de su asiento, darle una sonora cachetada en su estúpida sonrisa y no volver a verlo, esa irónica sonrisa y esa burla en sus ojos era lo peor, y poco a poco creía que la estaba como matando…
-Herrera – Dijo la mujer que nuevamente se acercaba, esta vez no estaba sola… el brillo en los ojos de Poncho cambio de tonalidad, ahora era sincero y cariñoso, estiro rápidamente sus largos brazos para poder alcanzar el pequeño bebe que se colgaba del cuello de la mujer que antes había estado “recordando” momento con Porno.
-¿Es Thiaguito? – Pregunto asombrado el hombre cuando por fin el pequeño niño se dejo alzar por él, la mujer asintió suavemente mientras su sonrisa se curvaba en sus labios, una diferente, fraternal… su mirada se torno preocupada cuando el pequeño se reía en los brazos masculinos.
-Si, es él – respondió rápido – Abrázalo bien, se mueve tanto que…
-Tranquila – la interrumpió Alfonso mientras colocaba su larga mano por la espalda del pequeño - ¿Cuanto tiene? – Cuestiono - ¿Ya 4, no? – la pequeña risa del pequeño lo embriago a él, rápidamente volteo a mirarlo un poco anonadado,
-¡Por Dios mira tu cara! – Se mofo la mujer – No me digas que el señor “SOLTERO DEL AÑO” de la universidad – le dirigió una corta y disimulada mirada a la mujer que seguía sentada, mirando la escena sin entender – ya quiere dejar atrás sus años de ¿Libertad? – volvió a reír, atrayendo la mirada del pequeño que ya tranquilo se situaba en los brazos masculinos.
-No, no es asi – miro a Anny con una sonrisa tímida, tratando de que esta calmara la nueva angustia que él veía en sus ojos - ¿Ya cuatro? – repitió su pregunta dando por terminada la conversación sobre él, y su amada “Libertad”.
-No Poncho, pero si dentro de unas semanas cumplirá ¿Cuántos mi amor? – interrogo esta vez al pequeño.
-¡Cuatlo! – contesto emocionado el bebe, Anny no pudo evitar sonreír con la fraternal escena, Poncho podría ser el mejor padre, si, se notaba que de pronto no estaba acostumbrado a cargar a pequeños que se movían tan rápido que todos los sentidos estuvieran atentos, pero también que amaba estar allí, cargando un bebe y viendo con amor a la mujer que completaba aquel rompecabezas.
-Que grande estas campeón – le contesto al pequeño que sonriente asentía - ¿Dónde esta tu papa? – pregunto, lo cual confundió un poco mas a Anny.
-Acá estoy Herrera – Contesto aquella ronca voz mientras abrazaba a la menuda mujer - ¿Acaparando a mi familia? – Le pregunto, el rápido “¡Oh!” – que salieron de los labios de Anny como respuesta a todas sus dudas, como contestación a sus estúpidos celos, no paso desapercibido por Antonella y menos aun por Poncho… por todos ellos, menos el hombre que acababa de llegar y no conocía todo aquel cuento que acababa de ocurrir.
-¡José, Hermano! – respondió con cariño en los ojos, el cual fue reciproco en el corto abrazo que compartieron,
-¡Papi! – grito el niño mientras saltaba del cuerpo de Poncho para estar cerca de su padre.
-Parece que Thiago ya no quiere estar con su tío – Se burlo mientras tomaba el bebe en brazos, le daba un pequeño abrazo y lo bajaba al suelo – Ya puedes caminar ¿Cierto campeón? – esta vez hablo con el bebe, aquella forma, su tono y la seguridad que le brindo con su mirada hizo que el pequeño THIAGO asintiera fuertemente con su cabeza llena de rulos negros y revueltos.
-¿Qué hacen por acá? – Pregunto Poncho al agacharse al nivel del bebe y revolverle su pequeña mata de pelos.
-Llegamos apenas ayer, José tenía que cuadrar unos contratos acá en México y pues decidimos pasar primero por acá y luego irnos al D.F.
-¿Y no avisaron? – Indignado pregunto.
-Bueno, es que… - se rio la pareja – pensábamos darles una sorpresa, no nos acordábamos del típico viaje de los hermanos Herrera y Ucker.
-Jajaja, es verdad… - se rio Poncho – Hay cosas que no cambian... Aunque bueno... ahora solo venimos nosotros…
-No te me pongas sentimental Porno – se burlo la mujer antes de abrazarlo por la cintura – Pero es verdad, yo también extraño – una lagrima solitaria rodo por su mejilla…
-Antonella – Murmuro despacio Poncho mientras le quitaba aquella lagrima tiernamente de su mejilla, una sonrisa espontanea se tatuó en el rostro femenino.
-Me dijiste Antonella – respondió emocionada.
-Ayyy Toña!!!... – se burlo Herrera.
-Ayyy Tortolos!!! Suéltense ya… o si no, me tocara conquistar a esta también aburrida mujer –Mucho gusto Preciosa, yo soy José – sonrió galantemente, Anny se sonrojo un poco por el repentino cambio y recibir todas las miradas de repente en ella, aun asi noto sincera la presentación de José.
- Me llamo Anahi, un gusto – contesto cordial.
-Oye ¿A mi por qué no me dijiste un gusto? – Pregunto un poco ofendida lo que ocasiono más vergüenza por parte de Anny.
-Jajaja mi amor, ya la avergonzaste – tomo a Antonella del abrazo que compartía con Poncho para asi abrazarla él – debe de ser porque ustedes todos y su confianza… y si no los conocen… parecen de esas parejas que se reencuentran…
-¡Exacto! – Respondió espontáneamente.
-Anny… - le pidió con la voz Poncho.
-Si, perdón… - se retracto un poco mas avergonzada, de repente el sonoro bostezo del pequeño distrajo a dos de ellos.
-Poncho… me gustaría quedarme, pero… - trato de disculparse José.
-No te preocupes… yo entiendo…los entiendo – se corrigió cuando noto el descontento de Antonella por ser ignorada por parte de los hombres.
-Entonces – se acerco coquetamente al hombre – nos vemos Porno – le zampo un sonoro beso en su mejilla mientras pellizcaba la otra mejilla – Hasta luego Herrera y novia celosa– termino por decir mientras riéndose daba la vuelta y continuaba el camino con el bebe en sus brazos.
-¿Nos vemos mañana? – Le pregunto Poncho a José que aun estaba allí.
-Salimos en la madrugada para la capital… - se excuso el hombre…
-Ok, pero después no me reclames cuando Ucker se enoje por no haberlos visto – Dijo Poncho como un niño inocente.
-Jajaja es mas, ni le digas a Dul… porque ella si es capaz de matarme – se rio un poco asustado…
-Es verdad… les diré – malicio con las manos – no te preocupes… solo si me prometes que nos veremos todos en el D.F.
-Prometido hombre – le aseguro con cariño al abrazarse nuevamente, estos a diferencia de todos no se palmeaban ridículamente al abrazarse, había verdadero cariño y emoción al volverse a encontrar – Un gusto conocerte jovencita – se dirigió esta vez a Anny, la cual no pudo evitar sonreír encantada por tal maravillosa relación que había entre ese trió de amigos… “¿Acaso no puede ser mas perfecta?” – se cuestiono internamente Anahi mientras veía a Alfonso acomodarse triunfante en su silla.
-Poncho… - este se rio al escuchar su nombre dicho por esos temblorosos labios de mujer…
-¡Eres una celosa mujer!
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