1 feb 2010

WN: 30 y 18 - Cap87


Capítulo 87
"15 Horas Atras"
 
-¿Quieres ser mi novia? – Pregunto por segunda vez, en un mismo día…

15 horas atrás.

Estaban frente a frente, aquella de repente gran mesa los separaba en cuerpo, pero ella, con los nervios de punta y su corazón a mil, sentía perfectamente una conexión completa y no física, una conexión diferente pero exquisita.
-No… - fue su respuesta, la murmuro tan despacio, el gesto de Poncho fue de desagrado, de hastió pero sobre todo, de dolor, cerro los ojos fuertemente mientras negaba una y mil veces…
-¿Por qué no? – Quiso saber, ella con todo el nerviosismo que aun sentía se levanto de su asiento, dio un paso hacia él casi arrepintiéndose al instante, dio dos hacia atrás.
-Nos estamos amando a la antigua… - sonrió por ultima vez antes de darle la espalda y caminar hacia aquella puerta que daba a las escaleras de bajada – Y, yo también quiero hacerlo – fueron las ultimas 5 palabras que Poncho juro escucharía de ella en todo ese día, tal vez en toda la vida, contrariado, confundido y hasta un poco enojado se quedo allí sentado, sin mas que decir o sin las palabras exactas para saber como expresarlo.

***

-¿Estas segura? – Pregunto por tercera vez al repasar el plan que habían armado juntas desde hacia algunos minutos - ¿En serio lo estas? – Volvió a preguntar cuando una ya nerviosa Anny había asentido sin creerse capaz de articular palabra.
-Si Dul, si… - suspiro – estoy segura.
-De pronto debas pensarlo mejor… - suspiro un poco confundida por la decisión de su amiga, la entendía y realmente no podía evitar estar feliz por ella, al final era solo su decisión y ella, envidiaba aquello… envidio en el primer momento cuando ella llego un par de horas atrás a decirle todo lo que haría, que ella tomaría las riendas de la situación y su decisión ya estaba tomada, si, si ella tal vez lo hubiera hecho hacia tiempo las cosas del pasado hubieran sido distintas entre ella y Ucker.
-Es lo mejor vas a ver – sonrió de una manera extraña, tal vez de una forma exagerada, quizás aquella sonrisa que ella misma debía de ver para poder saber que estaba tomando la decisión correcta… “¿Qué mas podría hacer?” – se pregunto al detectar la duda en su amiga, ella también la sentía, pero ¿Qué tan difícil podía ser ponerse en los zapatos del otro? Era su mayor duda - ¿Acaso no te agrada mi decisión?
-Si… si!! – Grito emocionada – Yo quiero que tu seas feliz – la abrazo rápidamente – te has convertido como en mi hermana y… - tomo aire, aturdida por aquella oleada irrefrenable de sentimientos -  bueno, tu sabes que por…
-No digas mas Dul… - la abrazo ahora ella, esta vez fue un abrazo duradero, un poco pausado pero tan genuino que a ambas les llego al alma…- Ya me voy…
-¿Ya, tan pronto…? – Pregunto, dándole una nueva oportunidad para que Anny dijera que al final si se arrepentía, que dejaría que aquel amor a la antigua siguiera sucediendo y que ella no frenaría ese intento de conquista por parte de su hermano al introducir aquella idea loca de ella.
-Si Dul… ya es hora – le aseguro antes de tomar el picaporte y salir del lugar, Dul asintió en su soledad, sabia lo que tenia que hacer y estaba dispuesta a hacerlo.

***

-¡No puedo creer que te dijo que no! – Asombrado exclamo un hombre al otro lado de la pared de donde se encontraba Dul, era Ucker… - ¿Estas seguro? – le volvió a  preguntar a Poncho, llevaba tres copas de un fuerte y exquisito Whiskey en su cuenta, y aquello no era lo que le preocupaba a su amigo, lo que realmente lo tenia entre angustiado y asombrado era ese dolor plasmado en los ojos siempre sonrientes de Herrera, el no sufría por las mujeres, las que gastaban miles de pañitos desechables cuando la relación se acababa eran ellas, siempre ellas… nunca él.
-¡Estoy completamente seguro! – Grito a modo de respuesta antes de tomarse todo el licor que estaba en su vaso de un solo trago, Ucker en un par de zancadas estuvo al lado de su amigo, retirándole por completo la copa…
-No tomes… - le pidió al llevarse la botella junto con el vaso vacio…
-Yo se que no sirve de nada… pero…  - Paso sus manos por su pelo – me dijo que no – termino por decir entre un sollozo casi muerto que desgarraba cada fibra del corazón del hombre, aquel que se había enterrado en la negativa de la mujer… en las palabras confusas que le siguieron, pero sobre todo en esa soledad que vivió… “Anny… Anny…” – recordaba él a cada instante la forma en como le grito antes de que ella bajara aquellos escalones, intentando impedir que ella se alejara… que lo dejara… que le dijera que no, a ese amor… - ¡UN AMOR A LA ANTIGUA QUE CARAJO LE HE OFRECIDO! – grito al final mientras se levantaba de su asiento rápidamente y se dirigía hacia los grandes ventanales que tenia la habitación.
-Ella se lo pierde… - le aseguro sin saber bien a bien que decir, Ucker.
-No, yo también pierdo… - lo miro, extrañado por lo que sentía – Siento que yo la perdí a ella… sin tenerla – dijo al final al tirarse a la cama, enrollarse en las sabanas, resistiéndose a tomar.
-Poncho – trato de decir, aunque en ese momento sonó su celular – debe de ser Dul – murmuro mientras buscaba su celular entre sus pantalones…
-Si es ella, te puedes ir… - “No” respondió rápidamente Ucker – “Amor… Hola…” – saludo tranquilo.

“Ucker… te tengo que decir algo…” – Comenzó Dul, yendo completamente al grano…

***

De pronto los demás la catalogarían como una usurpadora de lugares, que tal vez para ella aquel terreno no tenia los mismos recuerdo, pero eso no importaba, realmente no lo hacia… para ella, lo único importante era que para él, para Herrera… aquel frondoso pastizal, era mágico… y lo que ella sentía era mágico, asi que… - suspiro al pensar – ese lugar también era especial para ella… - coloco la ultima rosa – para ambos.

***
-No entiendo que hacemos acá – exclamo aburrido Poncho unas horas después, cuando Ucker y Dul lo habían sacado de la habitación, casi arrastras…

-Hoy es 31 ¿Te acuerdas hermanito? – Pregunto emocionada y aunque contenida su dicha relucía por sus poros – y pues, tenemos que celebrar que el año se acaba – continuo con aquel parlamento aprendido.

-Yo no quiero celebrar – pronuncio él su posición mientras miraba alrededor.

-Pero lo vas a hacer hermano – esta vez el que intervino fue Ucker, cruzo su brazo por los hombros de Poncho – esta es parte de la invitación de tu fiesta, vas haber que tu amor a la antigua si continua – se rio un poco, por burla y por el gesto de asombro de su amigo que al tomar aquel sobre se encontró con la letra de Anny, alejándose de ellos comenzó a leer… sin dar media vuelta, Ucker y Dul supieron que ya todo comenzaba…

-Feliz Año – gritaron ellos antes de perderlo de vista…

***

“Se que tal vez, ahora como yo… me maldices por mi respuesta… pero es que necesitaba que me dieras el tiempo necesario, para yo poder comenzar con mi parte de conquista… o como tu dices, con ese loco amor a la antigua, perdóname por usar tus ideas pero… ahí va.
-Se que si lo piensas, sabrás donde estoy… simplemente deja tu mente de lado y acompáñame con tu corazón, busca en el fondo y allí sabrás que paso deberás dar-
Ahí esta mi primera pista…
Ahhhh… te espero Alfonso Herrera”

Poncho re leía aquella pequeña nota, sus letras eran gruesas y definitivamente, no guardaban ningún patrón que no fuera el simple hecho de querer expresar lo que sentía, era tan fresca del mismo modo que confuso el lugar donde debería de estar, allí, parado en la arena de la playa, mirando hacia el horizonte… chocando con el mar, no sabia donde ir, profundizarse en el fondo del mar y saber que nunca encontraría el lugar o simplemente subir a la piscina del lugar.
-Claro, la piscina – murmuro para si dando un giro de 180º y caminar de regreso, paso por el vestíbulo sin saludar como acostumbraba, exasperado decidió subir todos los pisos por la demora de aquel ascensor y cuando llego agitado hasta el ultimo piso donde la piscina se encontraba, no pensó tan si quiera un segundo en quitarse sus ropas cuando ya se estaba zambullendo en la “profundidad” de esa agua llena de cloro, solo necesito acostumbrarse a la poca visibilidad que tenia allí para poder encontrar el sobre que buscaba.
-¡Aquí estas! – murmuro feliz al sacar de allí el sobre cubierto por una funda de plástico que le impedía que se mojara, siendo aun inconsciente de sus ropas mojadas comenzó a leer.

“Sabia que no te colocarías a nadar en el profundo mar que tenias frente a ti cuando te entregaron el primer sobre… aunque, la verdad te aseguro que hubiera sido un bonito detalle – Poncho se rio al imaginarse el gesto cómico que podría asegurar, Anny había hecho al escribir aquello – retomando… no puedo prender una fogata para mandarte mensajes de humo, pero donde esta este fuego puedo hacer delicias y además dejarte la próxima notita
-Definitivamente si – comenzó a hablar solo mientras se acomodaba su ropa – esta loca – suspiro con humor, de repente su estado anímico había cambiado, casi podía jurar que algo cambiaria, por fin sentía todo aquello que alguna vez había leído, por lo cual su hermana suspiraba y algunos de sus amigos hasta adoraban… sabia hacia donde dirigirse.
-Marcelo – Dijo a modo de saludo al poder conseguir entrar a la cocina del restaurante del hotel, él hombre viro los ojos al ver el estado con el que llegaba Poncho.
-Definitivamente aquella mujer te conoce – comento al estirarle un par de toallas para que el se lograra secar un poco.
-¿De que hablas? – Pregunto Poncho al tomarlas…
-Me dijo alguien por ahí – comenzó a decir, tratando de hacerse el misterioso… misterio que había olvidado efectuar en cada palabra desde el principio, pero bueno… todo había sido culpa de él, al llegar todo empapado – me dijo que necesitarías aquello – señalo con sus ojos las toallas que utilizaba Poncho.
-Y… - no supo bien a bien que decir – no dejo algo mas, para mi – necesito preguntar, quería tomar aquel papel, leerlo… adivinar el lugar y salir corriendo hacia a él.
-Claro, claro – metió su gruesa mano en uno de los bolsillos del delantal que usaba – esto es para ti – se la ofreció, pero cuando Poncho trato de alcanzarla la movió – aprovéchala, se nota que es buena muchacha – comento esta vez con tono fraternal el señor, conocía al pequeño de los Herrera hacia bastante tiempo, lo quería y bueno le debía mucho a aquella familia por la oportunidad dada, y al ver a Poncho allí, no pudo evitar aconsejarlo, quería que él fuera feliz.
-Lo hare – comento rápidamente al tomar el sobre – me tengo que ir Marcelo – continuo al medio abrazarlo y salir de la cocina ya un poco mas seco.

“Dicen que los cuatro elementos son: Fuego, Agua, Tierra y Aire…pero, yo no estoy del todo de acuerdo – “raro fuera que lo estuvieras” – comento a modo de respuesta en esa parte de la nota, sonrió para si y decidió seguir leyendo,para mi… falta uno, la magia… aquella que hace todo posible… asi que desde ahora, los 5 elementos son el Fuego, el Agua, La Tierra, El Aire y La magia, al menos de los dos primeros ya has estado un poco mas cerca últimamente :smileyhappy: – una pequeña carita feliz había dibujado al lado -  y para llegar a los últimos tres solo debes dirigirte a un solo lugar, aquel lugar donde ventea tan fuerte que tu crees poder volar, donde la tierra es tan firme que tu crees poder hacerlo todo… pero que sobre todo esta rodeado de aquella magia que te han dado los momentos que ahora son tus mejores recuerdos y que además espero sea aun el lugar para crearlos y volverse una exquisita realidad… -Poncho suspiro al leer aquellas ultimas líneas, asi era ella… sabría que el siguiente lugar era ella, bueno, tal vez ella no fuera un lugar… es una persona, pero con ella creía que podía volar al mismo tiempo que conseguía un exquisito lugar donde echar raíces y todo aquello con la magia… la magia del amor – yo se que me voy por las ramas, pero es la verdad… este lugar, para ti es tu vida, son tus amigos, tu familia… pero sobre todo este lugar eres tu
Pd: A diferencia de ti no te deje notitas, no quise que alguien las leyera y supieran mas de la cuenta de lo que siento…cuando estés junto a mi, te las daré” 
Poncho, mientras leía ya se dirigía hacia allí, tal vez no por creer que aquella nota lo indicara, solo por instinto, por saber que debía de estar allí, para tomar fuerzas, para aspirar aire y seguir, simplemente para volverse a preguntar a él mismo “¿Qué sientes?”.
-Llegaste – murmuro Anny al verlo llegar, Poncho llevaba su cabeza gacha pese a que sabia que ella estaría allí, en su lugar, en el de sus amigos, al escuchar su voz levanto la vista, encontrándose con la perfección de mujer que era Anny, su vestido estaba cubierto por un corto y suelto vestido color blanco, sus cabellos sueltos los cuales bailaban en el viento, Poncho casi corrió a su encuentro, la abrazo fuerte cuando la tuvo cerca y bajo tan rápido su cabeza para besarla, que cuando esta lo detuvo… no pudo demostrar su desagrado – Amor a la antigua que no se te olvida – se excuso con eso Anny, esta sonrió tratando de asi convencer al hombre, este sonrió al recibir una cucharada de su propia medicina.
-Tienes razón.
-Mira… toma – le estiro tres pequeños papelitos, donde se encontraban las palabras que formaban su frase… casi llegando a ser un texto, Poncho se rio al ver el largor.
-¿Un poco largo, no? – Pregunto con humor.
-Soy mujer – se rio – y nosotras, tenemos que expresarnos mas – saco su lengua mientras que con sus manos le indicaba que comenzara a leer, este asi lo hizo.
1. A mi también me tienes de cabeza
2. Y por eso fue que te dije que no, necesitaba también sentir la seguridad de que yo al hacer esa pregunta tú también me dieras la respuesta esperada por mí…
3. Si, de pronto yo nunca te pregunte ¿Quieres ser mi novio? ¡Porque ese es tu trabajo! Pero aun asi, debes saber que esta implícito en lo que hago y pienso…

-Entonces – tomo aire al terminar de leer sus tarjetitas – ¿Tu respuesta es si? – Pregunto al mirarla a los ojos.


-Si ¿Que? – lo incito a que lo volviera a preguntar.


Poncho se rio, claro que tenia que preguntárselo otra vez, no podía haber algo que hiciera que Anny no lo hiciera repetir las cosas, pero él estaba dispuesto… miro hacia lo lejos donde se encontraba un grupo de jóvenes de la edad de Anny, reunidos entre amigos celebrando la llegada del año nuevo, miro a Anny y supo que la necesitaba allí, escucho la primera campanada que indicaba el nuevo comienzo ya llegaba y se apuro a preguntar.


-¿Quieres ser mi novia? – Pregunto por segunda vez en ese día, la quinta campanada se hizo presente, Anny lo miro con ojos llorosos antes de responder…6…7…8…9… - ¿Quieres? – volvió a preguntar, con un poco de apuro al besarla y por recibir a su futura novia junto con el nuevo año.


-Si – 10 – Si quiero – 11 – Si quiero – repitió.


Y la doceava campanada no la escucharon, ellos ya se encontraban, recibían el año nuevo juntos, por sus sentimientos, por sus deseos pero sobre todo sus almas ya se encontraban… sus brazos encajaron perfectamente, sintiendo por primera vez aquel click perfecto al abrazarse, hicieron el movimiento justo uno hacia a la derecha, el otro hacia la izquierda al momento de besarse y por fin, lo hacían… juntos para siempre juntos.


Como novios.


En su promesa de amor a la antigua.


Anahi y Poncho.


Juntos… ¿O no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario