Capitulo 21
"¡Ese Es!"
Horas atrás había sentido la misma soledad en su pecho, cuando salió del apartamento de su hermana… pero, sobre todo de su ex novia, de aquella mujer que lo enamoro y, aunque quería decir que no, pensar que ella no sentía lo mismo, sabia que lo amaba aun, pero él fue el culpable, él fue el estúpido que cerro los ojos, situó sus manos en una cintura ajena, y siendo inconsciente por segundos de todo el daño que podría ocasionar, beso aquellos delgados labios que no le brindo el mismo placer, que su pequeña niña.
Tomo su coche y recorrió las calles inconsciente, la forma en como sus ávidas manos acariciaron ese cuerpo, cada curva y plenitud fue, simple y ridículamente… “Tocar el cielo con las manos” golpeo el volante con fuerza, cuando su cuerpo se lleno de una ira irrefrenable, y todo fue blanco y negro… cada parte de su vida se comenzó a partir y de repente, todo fue un antes y después de Anahi… pronunciar su nombre, hasta en susurros envueltos en silencios, era como una pildorita de felicidad, para su cansado corazón.
Sonrió, con dolor y alegría… una mezcla de añoranza por lo que pudo haber pasado, si por un solo segundo se hubiera puesto a pensar, que la mujer con la que bailaba no era Anahi… o si de pronto no se hubiera puesto a pensar, y hubiera besado con mas rapidez cada recoveco del cuerpo de Anny hacia unos minutos y… tembló, su cuerpo se irguió en un par de segundos, para poder percibir en cada una de sus terminaciones nerviosas, que se endurecía hasta lo imposible… gimió, potente y doliente.
Al entrar a su apartamento, percibiendo el frio y la oscuridad del lugar, sin quererlo recordó la tibieza y extraño brillo, que cada parte de lugar proyectaba, cuando él entraba con Anny o, cuando ella por darle una sorpresa, entraba a escondidas y le preparaba diferentes cosas… como el día de su cumpleaños, se recostó en la barra de la cocina, mientras abría el grifo del agua y comenzaba a mojarse la cabeza, no quería bajar la calentura de la fricción de sus cuerpos, quería bajar el ardor de todo su cuerpo, al sentirse helado… se sentía extraño.
Camino, tal y como un zombi sin camino pero buscando parada, hasta el equipo de sonido, puso “PLAY” a la misma canción que seguía escuchando, desde aquella noche cuando él por fin había dicho las palabras que mas le costo expresar en voz alta, miro como cada segundo fue pasando y como cada letra, ingreso en su cerebro haciéndole recordar.
“-Y yo a ti… - “Fue tu respuesta, tu sonrisa me indico que estaba tocando la fuente de mi felicidad” – se repitió mentalmente, mientras su cerebro memoraba ese momento, la sonrisa de Anny y la felicidad sentida “Como quise besarte” – su frente chocho contra la madera donde se situaba el equipo de sonido – “Pero tu insistías en decirlo” – TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO Y TE AMARE SIEMPRE… - “Me lo juraste, y yo sin decirlo también lo jure, ¿Por qué lo tuve que arruinar?””
Las ultimas notas de la canción, continuaron retumbando al fondo, mientras el caía devastado en el piso del lugar, enterró su cabeza en sus rodillas, mientras trataba de borrar cada imagen de su sonrisa, de sus ojos y, no los de ella… si no los propios, quería simplemente olvidar como fue mientras estuvo con ella.
“No, no quiero que vengas… y si, estoy bien” – Le mintió, pero era necesario y antes de que su amigo dijera algo, este ya se había adelantad, Ucker no hizo comentario alguno… pues, aunque disfruto de unos momentos incomparables junto a su novia, si había pensado en como estaría su amigo… pero él, simplemente no podría hacer nada.
“No es eso… Mai y Chris están teniendo el bebe” – Poncho se levanto rápidamente, y sin pensarlo tomo las llaves que antes había tirado al aire, al llegar, y salió de allí… dispuesto a estar con sus amigos, pero sobre todo agradecido porque podría verla de nuevo.
-Anny – Exclamo Poncho, al verla entrar corriendo en el lugar… él había llegado apenas 20 minutos atrás, pero gracias a Dios alcanzo a verlos…Ucker y Dul, ingresaron apenas segundos atrás y por eso, Alfonso decidió quedarse en la sala, esperanzado al verla…creyendo que Anny vendría con ellos- Anny, respira – Se burlo sin humor, mientras apretaba sus hombros, sosteniéndola gentilmente para que esta respirara, Anny sonrió cuando ya se encontró en condiciones de hablar, Poncho le devolvió la sonrisa, sin ánimos de retirar sus manos.
-¿Ya nació? – Pregunto emocionada, mientras sin pensarlo… casi por rutina, le guiño el ojo a Poncho; el momento los hizo olvidar, como una manta “Rosada” que los calmaba, era extraña pero real… por aquella manta es que la supuesta ruptura de ellos había sido asi, sutil y rosa… sin poderse desprender uno del otro, sin poder ser… sin su otro yo...
-No, acaba de entrar y me alegra tanto volver a verte… -Se acercaron al tiempo, sonriendo… enamorados, no quería demostrar indiferencia y esperar a que la mujer se acercara, no quería darle su espacio y sufrir creyendo que aquella brecha se abriría para siempre… no, él necesitaba tenerla en la exacta forma en que la tenia, sonreírle y recibir su sonrisa y, rogar en silencio que su hermano y cuñado desaparecieran, al menos por algunos segundos, para asi poder vivir su momento prestado sin interrupciones.
-Casi que no encuentro lugar – Claro, también existían otras personas dispuestas a interrumpir, Tomas llego agitado también, no por el afán de darle fuerza a Mai, si no por evitar que Anny estuviera sola el suficiente tiempo para encontrarse con él… dejo su coche mal estacionado, corrió y hasta paso sobre gente para estar a su lado… aun asi, llego tarde.
Anny no quería darse vuelta, necesitaba seguir sintiendo el calor que le brindaban las grandes manos de Alfonso sobre sus desnudos hombros, precisaba por continuar fundiéndose en aquella extraña mezcla de café y verde, que poseían sus perfectos ojos… pero no, ella le había pedido a Tomas que la acompañara, que fuera su soporte y este se portaba como tal, disgustada dejo que el hombre la tomara por la cintura y la apartara de Alfonso, él cual los observaba encolerizado.
-No te preocupes… - Le indico Anny a Tomas, mientras el hombre le dirigía una sonrisa real, a diferencia que le mostro a Alfonso, a modo de silencio… en aquella clara muestra silenciosa, que le grito a Alfonso “Ella es mía”; Poncho apretó sus manos, formando puños letales, para poder asi controlarse.
Anny noto esto, y aunque en algún punto de su cuerpo, algo le susurro que no lo hiciera, ella lo silencio con toda su fuerza.
Sonrió.
-Alfonso, se que lo viste… pero – Se agarro del musculoso brazo de Tomas – Él es Tomas – Ahora volteo a ver a Poncho, suplicándole con una simple mirada que le continuara el juego – Tommy – Murmuro con fingida confianza – él es Poncho… - Viro los ojos, cuando un ardor extraño la atravesó, fue consciente como la tensión se incremento en el lugar, como el cuerpo de Alfonso se irguió digno y como Tomas la apretó con fuerza, ninguno quería perder aquella batalla auto impuesta.
-¿No se piensan presentar? – Irónica pregunto, Alfonso la miro con antipatía y, Anny arrepentida bajo la mirada; mientras una luz extraña se encendió, entendía el dolor de Alfonso… pero también conocía la satisfacción que le brindaba que este, estuviera de esa forma; se dejo abrazar por el hombre de cabellos castaños claros.
-Un Gust… - Comenzó Tomas, perfectamente consciente de lo que estaba haciendo Anny, algo en su interior se sintió dolido… tal vez, un poco traicionado; pero sus labios se movieron rápidos, sin importarle que necesariamente le estaba vendiendo su orgullo y dignidad, antes de terminar la frase la misma pareja que había intervenido noches atrás.
-¿Qué pasa acá? – Cuestiono Dul, mientras se dirigía delante de su hermano, una firme demostración que lo protegía, Anny entristeció con el acto; pero lo acepto… no tenia alternativa.
-¡Esta vez, nada! – Se mofo Tomas – El hombre, al que proteges – No disimulo con su comentario, lo que todos allí notaron – no se ha portado mal, es mas – mostro una torcida sonrisa – estaba por presentarme… Yo soy Tomas – Comento con orgullo, aquella alegría falsa que sabia, debía demostrar… Ucker volteo a ver a Poncho, Este miraba a Anny y Dul, enarcando una ceja y sin ánimos de ser la niña cordial, que los Herrera le habían indicado siempre, debía ser.
-¡Ese es TOMAS!
Anny no quería darse vuelta, necesitaba seguir sintiendo el calor que le brindaban las grandes manos de Alfonso sobre sus desnudos hombros, precisaba por continuar fundiéndose en aquella extraña mezcla de café y verde, que poseían sus perfectos ojos… pero no, ella le había pedido a Tomas que la acompañara, que fuera su soporte y este se portaba como tal, disgustada dejo que el hombre la tomara por la cintura y la apartara de Alfonso, él cual los observaba encolerizado.
-No te preocupes… - Le indico Anny a Tomas, mientras el hombre le dirigía una sonrisa real, a diferencia que le mostro a Alfonso, a modo de silencio… en aquella clara muestra silenciosa, que le grito a Alfonso “Ella es mía”; Poncho apretó sus manos, formando puños letales, para poder asi controlarse.
Anny noto esto, y aunque en algún punto de su cuerpo, algo le susurro que no lo hiciera, ella lo silencio con toda su fuerza.
Sonrió.
-Alfonso, se que lo viste… pero – Se agarro del musculoso brazo de Tomas – Él es Tomas – Ahora volteo a ver a Poncho, suplicándole con una simple mirada que le continuara el juego – Tommy – Murmuro con fingida confianza – él es Poncho… - Viro los ojos, cuando un ardor extraño la atravesó, fue consciente como la tensión se incremento en el lugar, como el cuerpo de Alfonso se irguió digno y como Tomas la apretó con fuerza, ninguno quería perder aquella batalla auto impuesta.
-¿No se piensan presentar? – Irónica pregunto, Alfonso la miro con antipatía y, Anny arrepentida bajo la mirada; mientras una luz extraña se encendió, entendía el dolor de Alfonso… pero también conocía la satisfacción que le brindaba que este, estuviera de esa forma; se dejo abrazar por el hombre de cabellos castaños claros.
-Un Gust… - Comenzó Tomas, perfectamente consciente de lo que estaba haciendo Anny, algo en su interior se sintió dolido… tal vez, un poco traicionado; pero sus labios se movieron rápidos, sin importarle que necesariamente le estaba vendiendo su orgullo y dignidad, antes de terminar la frase la misma pareja que había intervenido noches atrás.
-¿Qué pasa acá? – Cuestiono Dul, mientras se dirigía delante de su hermano, una firme demostración que lo protegía, Anny entristeció con el acto; pero lo acepto… no tenia alternativa.
-¡Esta vez, nada! – Se mofo Tomas – El hombre, al que proteges – No disimulo con su comentario, lo que todos allí notaron – no se ha portado mal, es mas – mostro una torcida sonrisa – estaba por presentarme… Yo soy Tomas – Comento con orgullo, aquella alegría falsa que sabia, debía demostrar… Ucker volteo a ver a Poncho, Este miraba a Anny y Dul, enarcando una ceja y sin ánimos de ser la niña cordial, que los Herrera le habían indicado siempre, debía ser.
-¡Ese es TOMAS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario