28 feb 2010

WN: 31 y 19 - Cap22


Capitulo 22
"Amor sin Pausa"

Todos observaron sorprendidos a Dul, era ridícula la posición que la pequeña mujer había tomado, decidida a defender a su hermano, sin importarle que al final de cuentas, el culpable de todo, había sido él; ver como su amiga elegía bando, sin tan siquiera pensarlo… le dolio, sintiéndose de repente sola y apartada de aquella familia.
Se dio la vuelta, dispuesta a huir nuevamente, lo hubiera logrado si Tomas no la abrazara con tanta fuerza, ambos se miraron y Anny, agradecida le sonrió, debía parar lo que hacia; huir no era la solución…
-Si, yo soy Tomas – Se acerco rápidamente a la mujer, besando su mejilla… dejándola impávida, sin saber como reaccionar – Por lo que veo te hablaron de mi – Abrazo con fuerza a Anny, para que los demás notaran una intimidad, inexistente.
-Si, pues si me han hablado… - Retomo Dul, pese a lo sorprendida que estaba – Solo que no pensé, que fueras el mismo de lo de…- No pudo terminar, no quería hacerle ver a Poncho, que por su astucia, arrincono a Anny a conocerlo.
-Si, si el mismo… - Suspiro, decidido a soltar a la mujer, que temblando estaba – Sera mejor que me vaya – Exclamo al final, luego de observar por algunos incómodos segundos, los ojos de Anny; dos respuestas contrarias, retumbaron en las paredes del lugar, Dul y Poncho; emocionados exclamaron un “SI” rotundo, en cambio Anny al verlo, al sentirlo no pudo evitar rogarle con un simple “no” que se quedara, no estaba lista y no por no ser capaz de afrontarlos a ellos, si no al dolor de perderlos… a todos, no solo a Herrera.
Tomas, dirigiéndole una mirada acida al par de hermanos, agarro la mano de Anny y juntos caminaron hacia a otro lugar.
-Anny – enmarco su rostro, con sus manos – si en serio crees que lo mejor es que yo me quede, me quedo… - Sonrió, sin humor y aunque, Anny no quería verlo… sabia que con un poco de dolor – Solo piénsalo bien, este… - volteo a ver a sus lados – es un momento para compartir entre familia y yo, - rio irónico – no soy precisamente, el familiar mas querido – Anny sonrió, al notar el humor que aun no se iba del todo, de tomas; aquellos momentos y bromas extrañas, eran las que le decían que aquel hombre era único y no debía dejarlo ir.
-¿Si te digo que es mejor que te vayas, volverás a buscarme? – Lo cuestiono dubitativa, admitiendo que realmente el lugar no era el preciso para armar un espectáculo, supo que era lo mejor que Tomas se fuera, pese a que esto la dejara indefensa, Tomas se acerco un poco mas a su rostro, beso su mejilla temblando, temblando por las ganas de besar sus labios.
-Volveré mañana, al día siguiente y al siguiente, después del siguiente… - se rio – no pienso dejar que te libres de mi, al menos no tan fácilmente – Ambos sonrieron por la promesa escuchada y dicha.
-¿Lo prometes? – Infantilmente pregunto, aquella simple pregunta enterneció al hombre, aquella mujer lo fascinaba en toda la extensión de la palabra, al mismo tiempo que la situación lo contrariaba aun mas ¿Cómo aquel hombre la había dejado ir? Era la duda, que tenia.
-Lo prometo – soltó su rostro, para tomar sus manos – Es mejor que vayas, esperes a que salga… - se dio cuenta que no sabia muy bien quien era la embarazada.
-Chris, a decirnos que todo salió bien, con Mai y el bebe –Termino por decir ella - ¿He terminado bien la frase? – flirteo.
-Perfecto – volvió a besar su mejilla, e inconforme por aquello, termino por besar la otra; Anny sonrojada sonrió – Insisto, te ves mucho mas hermosa sonrojada – el leve color rojo de las mejillas de Anny, se acrecentó – Chao – Exclamo por tercera vez, antes de salir del Hospital; Anny se apoyo en la pared para tomar aire, lo necesitaba para poder sacar fuerzas, dar unos pasos a la derecha y encontrarse con aquel cuadro enternecedor de hermanos, aquella imagen familiar… de la que, sin saberlo, salió.


***
 

Le dolía la mano, pero su gesto era de una incalculable felicidad, temblaba por el calambre de la tensión que nacía por un simple apretón, de la que consideraba una pequeña mujer, pero él solo percibía el temblor del orgullo y la satisfacción, de saber que en solo minutos, alguien tomaría su dedo, con toda su mano… tal y como en alguna película.
Soplo nuevamente el rostro sudado de Mai, para tratar de tranquilizarla; era tan fuerte, tan capaz… tan mujer; que él cada vez que la miraba le agradecía al cielo, la oportunidad, la segunda… la quita, la sin numero que le dio, para acallar sus palabras, por solo segundos y ver, ser consciente del amor que su amiga le tenia y que él sentía también.
-Vamos, Mai – Comenzó la doctora que asistía el parto – Solo respira – Comento otra vez, Mai levanto su pecho para poder comenzar asi a pujar, su rostro sudado y la presión que sentía en su pecho, el miedo por no ser capaz… la carcomían, miro a su lado para encontrar fuerza, y aquella sonrisa le dio todo.
-Lo estas haciendo muy bien, Mai – beso su frente sudada – Muy bien… - Pujo nuevamente… la tercera vez, en la cuenta.
-Tengo la cabeza – Indico la doctora, Chris sonrió fascinado al ser testigo de cómo su hijo salía y les daba vida, comenzó a recitarle las mismas palabras de siempre a Mai, aquellas del día que se hicieron novios, el día que ella le pidió casamiento y cuando por fin se casaron… “Hasta siempre…te amare, hasta siempre” – Mai pujo con todas sus fuerzas y cayendo devastada, luego de escuchar el llanto de su bebe, comenzó a llorar, de regocijo.
-Es un niño – Apunto, mientras levantaba al pequeño bebe que lloraba, las primeras lagrimas cubrieron el rostro de Chris, temblaba.
-Tranquila – Trato de pedirle a Mai, la cual no paraba de llorar, los dos se miraron mientras aquel lazo los unía aun mas, los llantos del pequeño se escuchaban lejanos pero persistentes.
-Eres Papá – Murmuro entre sollozos…
-Lo hiciste muy bien – Repitió Chris, mientras mas lagrimas caían por sus mejillas, una de las enfermeras se acerco a ellos, con el bebe en manos, Chris lo tomo al instante y con tal delicadeza lo situó en el pecho de Mai, la abrazo de la mejor forma y algo “Brillo” en su interior, estaban completos.


***
 


-No te van a morder, lo prometo – Anny volteo a ver al hombre que le hablaba, su sonrisa tímida, sus cabellos revueltos y, aquella camisa elegante siempre con los primeros botones desabotonados, según él “Elegancia sensual”.
-Morder, no… - Replico la mujer, aun sin querer unirse a la tranquilidad, que el intentaba demostrar – Pero, me siento afuera de todo esto ¿Sabes? – Trato de encontrar alguien que lo comprendiera.
-Eres amiga de Mai y de Chris – Se sentó a su lado – Acá estamos por ellos, y tenemos que aprender a dejar todos los otros problemas atrás… - le aseguro, mientras tomaba la helada mano de la mujer – Anny, trata de perdonarlo – Le pidió, secundando por su amigo.
-Ucker, si estoy acá – Señalo, mientras enmarcaba el lugar tan cercano a la sala de espera donde ellos estaban, pero a la vez tan lejana al corazón de ellos– No es por él, es por Dul.
-¡¿Por Dul?! – La cuestiono sin entender mayor cosa, le sorprendía que estuviera asi, tan decaída por su amiga y no por Alfonso; Anny asintió - ¿Por qué? – Quiso saber.
-¿No la viste? – Lo cuestiono - ¿No notaste como me miro hace un rato? Como si yo le hubiera hecho algo, como si la hubiera herido… - Suspiro desolada.
-Oh, Anny – Comenzó con pesar, Anny lo freno rápidamente con un movimiento negativo de su cabeza.
-Se lo que me vas a decir, lo entiendo – le apretó la mano a Ucker – Y lo acepto, ellos son hermanos y, es lógico que lo defienda, aun pese a que yo no hubiera hecho nada, pese a que yo no hice lo que él – se freno en su discurso, le dolía tanto que existiera la posibilidad de perder a Dul, de sentir aquel dolor que le indicaba que al final los perdería a todos, que no seria mas la tía de aquel bebe y… un sollozo casi escapa de sus labios.  
-Tu viniste con tomas – Comento, medio en reproche, Anny se sorprendió por el comentario, no sabia que decir o hacer, si, ella había llegado con Tomas, pero porque lo necesitaba, realmente lo necesitaba… ¿O no?
-No quiero demostrarle a él… - Como admitir que en cierta parte de la historia, el orgullo si le dolía.
-Se a que te refieras – La secundo – Una vez, alguna mujer me puso el cuerno – sonrió – un cuerno grande, bien y bonito.
-¿La amabas? – Lo interrogo, quería saber si el dolor que notaba en su tono, era por que la amo, por qué pese al tiempo el dolor no se va…
-No, no la amaba… - Le aseguro con fiereza – Pero me dolio el orgullo, en ese entonces y aun ahora, pese a que yo mismo he engañado.
-Son todos los mismos – Reprocho con dolor, Ucker se rio despacio, admitiendo en parte que si, todos eran iguales.
-Puede que si Anny, a nosotros nos falta lo que a ustedes les sobra “Corazón” – Comento despacio – No digo que todos los hombres sean infieles o las mujeres unas santas, porque te estaría mintiendo… pero, al menos ustedes hacen las cosas de corazón, nosotros… - sonrió pícaro – solo por el hambre de probar – Anny demostró la sorpresa sentida, por las palabras, crudas y sinceras que Ucker había exclamado; al final él hombre sonrió, consciente del asombro de Anny.
-También hay diferencias, excepciones… y es cuando amas.
-Yo creí que él me amaba – Le recordó con pesar, Ucker dudo por algunos segundos si debía continuar con sus palabras.
-Si, Poncho te ama – entrelazo sus dedos con los de Anny, en un gesto fraternal – No te mintió en eso, te lo aseguro… aun, pese a lo difícil que sea creerlo.
-Es imposible – Comento, interrumpiendo lo que Ucker decía – Ok, ok… tienes razón – La secundo, Ucker -  Pero también veo la tristeza en la que se hundió desde que terminaron, la insistencia que el muestra para que lo perdones… realmente esta arrepentido.
-¿Y, por eso debo perdonarlo? – Lo cuestiono con dolor – Discúlpame – Se retracto sincera – Yo veo en Poncho todo ese dolor del que me hablas, realmente soy consciente de tal… pero no quiero pensar en eso ¿Sabes? – Prosiguió, sin darle posibilidad a que Ucker dijera algo – Quiero brindarme y brindarle a él, la sinceridad de mis palabras, saber que si le digo “Esta todo bien, te perdono” es porque realmente lo hago y, no por el dolor que me da ver la tristeza de él, que es el mismo reflejo mío.
No supo que decir, exclamarle que palabras tan sabias, no era una opción, seguir intentando en que lo perdonara al instante, resultaría ridículo… ella tenia razón, la abrazo despacio, brindándole el cariño que ella necesitaba y el estaba dispuesto a brindarle, para que sintiera, para que pudiera ver que esta familia donde la aceptaron meses atrás, aun estaba dispuesta a cuidarla.
-Algun dia volverán, se aman…- Le aseguro confiado, Anny lo miro sin estar segura - ¿Cierto?
-No lo se, el destino lo dirá… porque pese al amor que decimos tener, y a la posibilidad de que lo perdone, no se si aquel perdón, será igual a estar dispuesta a volver… - se puso de pie – Ahora no es cuestión de amor… es cuestión de poder recuperar lo que ya no esta…
-Confianza… - Murmuraron los dos, antes de dar por terminada la conversación, caminaron juntos hacia la salita de espera, que segundos después se convirtió en un lugar lleno de gritos y carcajada estruendosas.
-¡Soy Papá! – Volvió a gritar Chris con felicidad, todos lo abrazaron, mientras sus cuerpos sin saberlo comenzaron a brincar, gritaban y se reían, sin importar realmente el lugar donde se encontraban, una enfermera llego junto con el pequeño “Chávez Perroni” entre sus brazos, Chris se dirigió hacia a ella, seguido de Ucker y Dul; que también querían alzarlo… Poncho y Anny se quedaron un poco atrás, sabiendo que el pequeño se despertaría si todos llegaran con ganas de abrazarlo.
Poncho la abrazo por la cintura, sorprendiéndola por el calor que le brindaba, volteo un poco para quedar frente a él...
-Somos tíos – Murmuro Poncho, Anny asintió…
-Somos tíos – Secundo, dirigiéndole una mirada que le daba paso a él, a comprender que si podía…
La abrazo con un poco mas de fuerza, para poder que asi Anny se acercara mas a su cuerpo, enredando sus brazos tras el cuello masculino y el atrapando su cuello con sus labios, descansaron asi un par de minutos, antes de que libremente se comenzaran a besar…
Lo gritos se pausaron y, allí estuvieron ellos dos… en sus idas y venidas, en su amor sin pausa

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